—Pienso echar a todos los inmigrantes de Jerez.
—Pero si apenas hay, salen por patas cuando ven las cifras de paro a otros destinos más al norte.
—¿Tú tienes trabajo? ¿Has pensado en cómo está todo? ¿Te han metido en la cabeza que es culpa tuya? Eso es lo que el status quo quiere precisamente que pienses. Además, ten en cuenta la reducción de la criminalidad y todo eso.
—No sé, la mayoría de los delitos los comete la gente de aquí, aunque bajar seguro que bajarían algo los índices.
—Vamos amigo, no te pierdas en las ramas. ¿Por qué crees que estás como estás? No dudes, ¡actúa!
—Es verdad, ése es uno de los problemas de mi vida. Demasiado análisis, demasiada racionalidad...
—Llevan toda la vida engañándote, como si debieras algo a alguien. ¿Sabes por qué la ciudad está así? Además, vamos a crear un montón de puestos de trabajo.
—¿Cómo?
—Pues creando empresas, nada de atraer a inversores de fuera. Creándolas desde aquí. Sin papeles. Gratis. Sin burocracia. Tú mismo. ¿Quieres una empresa? No pidas permiso a nadie. Móntala.
—¿Tan fácil?
-Claro, lo que pasa que el establishment, para que tú me entiendas el sistema establecido, te ha comido la cabeza para que pienses que es mucho más complicado y así no le quites el pan de la boca a los cuatro ricos de siempre.
—¿Y que dirá el Estado? ¿Y la Junta de Andalucía?
—Nada, no tenemos por qué escucharlos: tú eres jerezano, ¿no? ¡Haremos que Jerez sea grande otra vez!"
Este monólogo, mantenido conmigo mismo frente al espejo, ha dado alas a mi narcisismo subconsciente para presentarme a las próximas municipales. ¿Con qué partido? Yo solito. Sin padrinos. Es lo que se lleva, lo que se estila que decimos aquí, en el mundo globalizado mundial.
Vale que lo de EEUU y Reino Unido, y previsiblemente Austria, Francia, Alemania e Italia en un futuro, me ha influido un poco. Hay que estar a la última, hay que estar informado. Y estoy harto de las peleas de los socios en el poder municipal, de guerras fratricidas entre Ganemos y socialistas que sirven como excusa para que aquí no se haga nada. De años de ostracismo y de miseria. De no ver la luz al final del túnel. Así que voy a hacerme maquinista. Buenas noches y buena suerte.