"Vivimos así, jodidos a la deriva de la política española, con la sensación de caer al vacío. Todo se reduce a si es legal y punto, como si el problema fuera de los jueces".
Es curioso cómo esta palabra y aún más su verbo, joder, suele tener acepciones contrapuestas, por una parte viene del latín futuere, copular, penetrar sexualmente, pero por otro lado es una forma de molestar, de estar jodidos, molestos.
Y hoy que tocaba la letra Jota en este particular Diccionario Abreviado, creo que es la palabra que más nos define políticamente en estos momentos a la mayoría de los españoles. Entre unos y otros, la situación territorial de España resulta muy jodida, como en aquella película de James Dean, Rebelde sin causa, donde unos jóvenes jugaban peligrosamente con sus autos hacia un precipicio para ver quién se paraba antes. Nacionalistas catalanes y españoles, camino del suicidio: la carrera de gallinas. Así de jodidos, como cuando Jim le pregunta a su contrincante, Buzz (Corey Allen), “por qué hacen eso”, y el otro le contesta: “algo hay que hacer”.
Vivimos así, jodidos a la deriva de la política española, con la sensación de caer al vacío. Todo se reduce a si es legal y punto, como si el problema fuera de los jueces. Pues claro que el referéndum no cabe en la legalidad constitucional, pero para esos están ellos, los que nos representan, para dialogar, para hacer política. Mientras miramos esa carrera suicida, vuelve a subir el número de personas sin futuro, sin trabajo, y a los que lo tienen, les joden, no sexualmente, sino con contratos precarios y temporales. ¡Viva España!