Jueznet

El siglo XX fue un exceso y a la vez un vacío de justicia social (he aquí una relación universal necesaria entre Justicia y mesura)

Palacio de Justicia de Sevilla, en una imagen de archivo.

Estoy seguro que la aplicación de la IA en la Administración de Justicia será profunda, beneficiosa y conflictiva. Pongamos por caso una cuestión de fondo. ¿Requiere el Derecho, además de un conocimiento técnico, un sentido de la Justicia?

Los juristas de los últimos 200 años se han afanado en determinarlo. En 1884 Ihering (1818–1892) dio una conferencia titulada Sobre el nacimiento del sentimiento jurídico donde impugnaba la tesis nativista y justificaba dicho sentimiento en la Historia. “Y a todas las barbaries de las que nos ofrece testimonio la Historia les otorgo el significado del desarrollo de lo ético en la tierra”.

El siglo XX fue un exceso y a la vez un vacío de justicia social (he aquí una relación universal necesaria entre Justicia y mesura). Incluso un relativista kantiano, como Radbruch (1878–1950), tuvo que asumir un mínimo de Derecho natural después del terror nazi bajo el principio que ha venido en llamarse la “fórmula Radbruch”. En España soportamos durante 35 años una justicia social intensa e intrusiva (muestra de ello la muy lograda expresión de la LAU 1946 “…la inquietud social de un Estado que repudia ver convertido el capital en instrumento de dominación económica”), que también forma parte de la herencia franquista.

Pero no hay que ponerse tan trágicos, la buena fe es un concepto ordinario del Derecho que exige algo más que un cumplimiento automático de las normas. O téngase en cuenta los delitos de omisión donde se castiga la falta de diligencia aún sin haber provocado el suceso.

Realmente, en los pleitos más comunes no se requiere de un especial sentimiento de justicia, basta con las bases jurisprudenciales y las modificaciones legislativas oportunas, donde la IA encuentra un sentido progresista de la Historia. Esto no será un problema para ella que ya muestra gran sentido del decoro, incluso parece que se pasa de políticamente correcta.

Un ámbito que plantea dudas respecto a la IA de la justicia, llamémosla Jueznet, es el de los retos jurídicos, allá donde los efectos deben sopesarse, allá donde se crean ficciones jurídicas en beneficio de una utilidad social o política, allá donde la ley no es suficiente. Es decir, estamos justo allí donde el Derecho se manifiesta creativo. Dicho de forma concreta ¿podría Jueznet motivar como hizo el TS en caso de la manada o de las cláusulas suelo, o como el TC en el estado de alarma, el Procés o los EREs? En estos casos no suele haber unanimidad y los jueces discuten sus planteamientos. La objetividad de Jueznet, ese ideal de toda Justicia, me parece a mí, será sospechosa y tendrá que ser vigilada para que sea humana, convenientemente humana.

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