Ahora el Circuito de Jerez parece cobrar importancia para los partidos políticos. Y digo parece porque en el fondo no es más que otra herramienta para la campaña electoral. Jerez tiene un gran filón contando con estas instalaciones, pero la mala explotación siempre ha caracterizado al trazado jerezano.
Cuando llega el Gran Premio de Motociclismo los pilotos, quienes forman parte de las escuderías o la prensa especializada en este deporte destacan que Jerez es diferente, que es aquí donde se encuentra la mejor afición, que en este circuito el ambiente es único, que lo que en este lugar sucede no se repite en ningún otro. Pero paradójicamente nadie destaca el Circuito de Jerez por su buena gestión.
Centrándome en el Campeonato del Mundo del Motociclismo que es la prueba que mejor conozco y por la que llevo asistiendo a este trazado más de una década, cabe destacar que los otros tres circuitos españoles que albergan esta competición (Montmeló en Cataluña, Alcañiz en Aragón y Cheste en Valencia) han sido destacados por su calidad en más de una ocasión. De hecho el de Motorland, ubicado en la localidad aragonesa de Alcañiz, fue reconocido como el mejor de todos los que albergan esta competición a nivel internacional nada más estrenarse. Habiendo asistido a los tres puedo decir que el ambiente no es ni parecido. Que Jerez gana por goleada. Pero solo gana en lo que depende de la afición, porque en los demás las instalaciones y organización sí son mejores y esto depende en gran parte de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Jerez. Lo de denominarlo Circuito de Jerez Ángel Nieto le viene grande. Al igual que denominarlo la Capital Mundial de Motociclismo.
La mayoría de los pilotos españoles de las categorías más importantes de este deporte del motor son catalanes o formados en Cataluña. Cabe preguntarse por qué. Con la de medios que cuenta Jerez, ¿por qué los pilotos y futuros pilotos no vienen a formarse aquí? Esto lleva a pensar que aquí no encuentran las condiciones adecuadas para formarse y pensar en futuro.
Y más allá del Mundial de MotoGP tampoco hay nada que destacar en un circuito que podría albergar muchas más actividades, mucho más relevantes si cabe, de las que ya alberga, ya sea a nivel deportivo o de ocio.
Ahora se habla del Centro de la Innovación del Motor. Que si hay proyecto, que si no hay proyecto, que si hay dinero, que si no hay dinero… Veremos a ver si se lleva a cabo y no se queda en la fase inicial. Parece que la noticia del circuito de velocidad que se está construyendo en Carmona y que ya ha comenzado las tramitaciones con la Junta de Andalucía ha hecho que Jerez se ponga las pilas. Pero hay que esperar a que pase el periodo electoral para ver si esto va en serio o solo es un espejismo. Aparecía hace unos días en este medio la reflexión de que Jerez todavía puede ser Silverstone. Ojalá sea así, porque sus ciudadanos tienen ganas.
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