Tengo un Seat Ibiza con bastantes años encima. Anteriormente tuve otro coche de la misma marca, más antiguo aún. Nunca me gustó conducir; me saqué el permiso por pura necesidad, ya que hoy en día un vehículo es una herramienta más de trabajo. El mes que viene tengo que pasar la ITV; lo tengo apuntado en la agenda del móvil para que me lo recuerde. Siempre pido la cita con bastante antelación y nunca tuve ningún tipo de problema. Hace unos días, intenté coger la cita a través de la página web.
Para mi sorpresa sólo había disponible cita para una semana después de que caducara mi ITV. ¿Qué hacer? Pues llamé al número de teléfono que se indicaba en la web y, tras realizar varias llamadas (porque al parecer estaban las líneas saturadas) me atendió una señora que, según deduje por sus modales, no la pillé en su mejor momento, precisamente. Al final la susodicha teleoperadora no me solucionó nada, al contrario. Así que el panorama era el siguiente: cuando me caducara la ITV tendría que dejar el coche una semana parado hasta que llegara el día de la cita —e ir al trabajo montado en bicicleta de montaña o haciendo autostop con un cartel colgado a la espalda—, o bien buscar otro centro en alguna localidad más o menos cercana para poder pasar la revisión en una fecha adecuada. Busqué y busqué y nada, todas las citas eran para dentro de un mes en adelante.
Este desbarajuste me llevó a preguntarme por qué estaba pasándome esto. Tecleé lavozdelsur.es y encontré el siguiente titular: Las ITV de la provincia de Cádiz cuentan con retrasos en las citas de hasta tres meses. Seguí indagando y parece ser que existe un conflicto entre sindicatos, que piden reforzar la plantilla de trabajadores, y Junta de Andalucía, que amenaza con la privatización. A partir del 29 de enero las centrales llevarán a cabo paros parciales de 12:30 a 16:30 horas. Ahí estaba la respuesta a mi pregunta.
Además del sacaero de dinero que supone la dichosa ITV, la revisión anterior en el taller para que no haya problemas, el gasto de gasoil en ir y venir, etc., además de todo eso, también tenemos que aguantar estos retrasos en las citas. Por supuesto, no voy a culpabilizar a sindicatos ni a trabajadores, pues el responsable directo, como siempre suele suceder en estos conflictos, es la Junta de Andalucía y su mala gestión. Hace tan sólo unos días ya me ponía sobre aviso mi amiga Inma Castro —gran fotógrafa y mejor persona—, la cual también había tenido algún problema al pasar la ITV, aunque de otro tipo. Mientras Inma me lo comentaba, yo iba pensando en lo afortunado que era por no haber tenido nunca problemas con la ITV. Ingenuo que es uno, a veces.
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