“Sé que esta situación os aburre y os desespera, y a mí me pasa con frecuencia, es normal, somos humanos”. Con su habitual tono buenista y paternal, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), ha vuelto a comparecer en la noche de este viernes, coincidiendo con el informativo Noticias 2 de Canal Sur, que presenta Mariló Montero, para anunciar el endurecimiento de las medidas ante la tercera ola de covid.
Una tercera ola que estaba claro que llegaría sin que se hiciera demasiado por evitarla. Lo importante era salvar la Navidad, aunque fuese con ese “modelo híbrido”, que era "imitado por otras comunidades" de España, del que el presidente de la Junta alardeaba allá por el mes de diciembre. "El esfuerzo colectivo que hemos hecho todos, ha dado sus frutos; hemos adoptado medidas valientes y sensatas", decía entonces Moreno. Eso, pese a que en paralelo había otras voces de alerta: “La Navidad puede ser letal”, llegó a decir el pasado 15 de diciembre, hace un mes, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo. ¿Por qué se permitió? ¿Y la oposición? Conviene recordar que la líder del socialismo andaluz, Susana Díaz, prácticamente pedía barra libre en la hostelería y defendía el derecho a las merendolas en los centros comerciales... Todo un despropósito.
Durante toda esta semana se ha estado especulando con las nuevas limitaciones que se adoptarían por parte del Gobierno andaluz, una semana después de imponer nuevas restricciones tras la Navidad, y se han producido diferentes declaraciones del propio Ejecutivo exigiendo medidas tan extremas al Gobierno central como el regreso al confinamiento domiciliario. ¿Cómo se permitió la movilidad entre provincias la semana pasada y unos días después se pedía el confinamiento domiciliario, cerrarlo todo otra vez? Una de dos: o hay muy poca previsión y anticipación, muy poca gestión en definitiva, o todo es un permanente sabotaje partidista donde lo que menos importa es la salud.
Moreno, que en diciembre alardeaba de su "modelo híbrido" capaz de conjugar salud y economía, asegura ahora: "Falta mucho para volver a la normalidad"
El panorama negrísimo que pintó Moreno Bonilla en esta nueva declaración pública de poco más de 9 minutos en la noche de este pasado 15 de enero —“los expertos nos advierten de que esta tercera ola es la más dura de las vividas hasta ahora"—, contrasta con la que protagonizó el pasado 10 de diciembre, cuando anunció una “desescalada en dos fases” para “salvar todas las vidas posibles en Andalucía, pero dejando una puerta abierta a la economía y los negocios en la medida de nuestras posibilidades”. “Sé que lo más sencillo sería tomar medidas drásticas, pero gobernar consiste en tomar decisiones difíciles y en buscar el interés general”, dijo entonces, mientras giraba el grifo, como ya hizo en verano, para volver a abrirlo con plena consciencia, como así alertaban todos los expertos, de que la tercera ola llegaría en enero y llegaría con una agresividad todavía no conocida.
En realidad, la tercera ola estaba llegando conforme se acercaba la Navidad y conforme las autoridades jugaban a hacer fotitos a los primeros vacunados a final de 2020, sin el necesario mensaje de prudencia y dando a entender a la población que, por segunda vez en el año, prácticamente se había vencido al virus. Un mes después, nadie sabe dónde está el pico de esta tercera ola. “Nos quedan semanas muy duras y complicadas. Sé que esta situación os aburre y os desespera, y a mí me pasa con frecuencia, es normal, somos humanos, pero llegaría el día, y cada vez está más cerca, en el que el virus sea historia”, afirmó ante millones de telespectadores. Viendo el nivel político, quizás no solo sea el virus lo que nos aburre y desespera.
“La vacuna ya está aquí. El domingo comenzaremos a administrar la segunda dosis en las residencias de mayores de Andalucía, pero al ritmo de entrega en mayo habremos inmunizado al 15% de la población de Andalucía. Falta mucho para lograr esa inmunidad de grupo que tanto deseamos y, por tanto, falta mucho para volver a la normalidad”. El hombre es el único animal capaz de tropezar las veces que hagan falta con la misma piedra.