Una de las máximas en política es que rara vez ocurre algo por casualidad. En todo caso, por causalidad. La renuncia al acta de concejal del PP de Jerez de Antonio Montero, ratificada este jueves en el pleno del Ayuntamiento, con mensajes muy contundentes sobre los motivos que han desencadenado este, por ahora, último acto de servicio político, ha sido sorprendente por el momento elegido —¿por qué ahora y no antes, o después?—, pero también ha disparado todo tipo de especulaciones en torno a las motivaciones ocultas a nivel interno tras esta renuncia.
La más obvia no es otra que la de la venganza servida en plato frío, pero también la de haber recibido el encargo —este mismo jueves ha mantenido conversaciones con su partido, "con el que estoy genial"— de abonar el terreno para prepararlo con vistas a las próximas elecciones municipales de mayo de 2023. Y ahí emerge obligatoriamente la figura de la dirigente popular jerezana Ana Mestre como clave de bóveda en esta hipotética operación para volver a tratar de borrar del mapa político al actual líder de los populares jerezanos, Antonio Saldaña. Operación que, de momento, todos ven imposible o directamente niegan.
Que solo unas horas antes del anuncio de Montero la actual delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz subiera a su cuenta de Instagram una foto señalando con el dedo la palabra Jerez debe ser casualidad. Que escribiera en ese post frases como "hoy, todo es muy explícito y sin embargo, lo sutil, para mí, es sublime (...) me encanta mi tierra" tampoco debería a abrirse a interpretaciones o fantasías del analista político de turno. Lo que sí conviene recordar es que, a día de hoy, todas las posibilidades están abiertas y ya fue la propia Mestre la que sentenció públicamente el pasado año a Saldaña cuando se desató la tormenta de su controvertido episodio de conducción bajo los efectos del oloroso, incidente por el que fue condenado y por el que no ha dejado de pedir disculpas desde entonces.
La mala tarde de Saldaña provocó una catarata política por la que solo ha pagado Montero, que finalmente ha renunciado a un acta del que le había forzado, por dignidad personal, a desentenderse desde mayo del pasado año. "No hice nada, en un trabajo privado él habría salido, pero...", ha dicho este mismo jueves en declaraciones a lavozdelsur.es.
Enemigos íntimos: Mestre vs. Saldaña
Como se recordará, tras hacerse pública la detención y el atestado del suceso protagonizado por el líder del PP jerezano, el partido anunció en la madrugada del sábado siguiente que exigía su dimisión de todos los cargos. Finalmente reculó, por orden de Génova, y solo logró quitarle la portavocía (y el sueldo) de la Diputación de Cádiz. El líder del PP jerezano agarró la portavocía municipal, que entonces ostentaba Montero, y consiguió que la mayoría de ediles del grupo popular firmasen este relevo. El Ayuntamiento incluso llevó la cuestión a los tribunales, pues hasta ese momento el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) exigía que todos los concejales del grupo apoyasen dicho nombramiento. Como Montero se negó, había forma vía tribunales de dejar desguarnecido a Saldaña, a quien en cambio la Justicia dio la razón: podía y debía ser el portavoz en detrimento de Montero.
En paralelo a ese triunfo, el dirigente del PP jerezano incluso obtuvo otra victoria interna más: vio cómo Mestre, que no tuvo piedad, perdía la presidencia del PP de Cádiz el pasado verano por incompatibilidad con su puesto institucional. Algo que se solventó en otros territorios pero que Génova no quiso perdonar en Cádiz. Al final, el propio Saldaña incluso estuvo en la organización del congreso provincial en el que finalmente fue elegido presidente el también jerezano Bruno García León y el actual alcalde de El Puerto, Germán Beardo, como secretario general de los populares gaditanos. Ambos muy afines a Saldaña.
Incertidumbre sin ratificación de Sevilla
Y ahora, con la renuncia de Montero, se abre un tablero político a poco más de un año para las municipales, con elecciones autonómicas por medio, con un panorama de contrariedad en las filas de los populares jerezanos. La persona que quiere ser alcaldable, que confía ciegamente en sus opciones, Antonio Saldaña, ya ha dicho que se ve de alcalde, que está "preparado", como reconoció en una entrevista reciente en lavozdelsur.es, mientras que su antigua adversaria en su propio partido, la que creía haber certificado su defunción política, Ana Mestre, no está tan claro que quiera disputarle la plaza, "a menos que alguien esté empujándola o que termine de animarla", aseguran fuentes del partido consultadas.
"Si te dicen que seas candidata, tendrás que serlo, vas a tener que mojarte si Juanma (Moreno) te lo pide", llegó a oírse en el encuentro que Mestre mantuvo recientemente con tres pesos pesados del municipalismo provincial, Paco González Cabaña, Pedro Pacheco y José Antonio Barroso, a los que hábilmente reunió en Cádiz.
Hay que tener en cuenta que nadie en Sevilla ha apoyado hasta ahora una nueva candidatura de Saldaña —Moreno Bonilla pasó de largo cuando vino de visita institucional a la ciudad en septiembre pasado—, salvo José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid y portavoz nacional del PP, que lo ungió alcaldable en una visita este pasado verano a Jerez. Esto que, podría ser positivo, no lo es tanto si se tiene en cuenta la rivalidad latente entre Génova y el PP andaluz liderado por el actual presidente de la Junta, que tiene en Ana Mestre a una de sus dirigentes de máxima confianza.
Con todos estos ingredientes, ¿habrá operación Mestre en Jerez? ¿Puede respirar Saldaña tranquilo de que todo ha sido un mal sueño y su futuro político tiene nuevas oportunidades reservadas? Fuentes del gobierno municipal, cariacontecidos por la escena vivida este jueves en el pleno, aseguran a este periódico que "preferimos pelear la Alcaldía con una rival digna y moderada como Ana Mestre que con Saldaña. Ha apuñalado por dentro y por fuera a su compañero, imaginad qué haría otra vez si gobierna...".
En cambio, fuentes del PP jerezano niegan que se maneje el nombre de otra persona en el cartel de mayo de 2023 que no sea el de Antonio. Tampoco ven posible una irrupción de Mestre in extremis para desbancar al actual líder de un partido que, por cierto, lleva años y años sin renovarse internamente, algo que cada día tensiona más a cierta parte de la formación. Tratándose de política, en cualquier caso, cosas más raras se han visto. "Debe estar molesta —por Mestre— por no haber sido designada en el comité regional como vicesecretaria, pero en Jerez no tiene nada que hacer". "Hay que seguir trabajando y mantener la tranquilidad", insisten las mismas fuentes, recelando en todo caso del momento elegido por Montero para marcharse del pleno con tanta elegancia y humildad como pasó por el mismo.