La 'puñalada' a Marín, una bomba de relojería

La filtración del audio de Marín pone al límite la legislatura en la Junta. "Va a ser difícil aguantar, es caótico", dicen dirigentes del PP, en relación a un socio en descomposición cuyo líder está en la picota

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Director de lavozdelsur.es entre 2014 y 2024. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

Marín comenta algo a Moreno, ante la mirada de Elías Bendodo, en el pasado Debate sobre el Estado de la Comunidad, en el Parlamento de Andalucía.

Joyería Marín, en Sanlúcar de Barrameda, cerró cuando Juan Marín emprendió su carrera política de cargo en cargo. Partió de Alianza Popular, pero hizo vida municipal con andalucistas e independientes, coaligados con el PSOE, antes de llegar a Ciudadanos, donde convivió hasta que le interesó con Susana Díaz —a la que negó los presupuestos que precipitaron el adelanto electoral andaluz de 2018— y donde convive ahora, hasta la derrota final, con el PP de Moreno Bonilla. Ahora, este antiguo relojero sanluqueño, paradigma del político profesional y cuñado, con recetas para todo pero sin saber muy bien de nada —lean esta entrevista en lavozdelsur.es a Fran Carrillo, defenestrado por Marín y muy esclarecedora sobre lo que ha venido días después—, acaba de parar el tiempo político en Andalucía.

La bomba de relojería que ha supuesto la filtración interesada del audio con sus declaraciones sobre la “estupidez” de aprobar unos presupuestos en la Junta en año electoral no solo dinamita la imagen de responsabilidad que quiere vender el PP en la comunidad, quien realmente manda en la Junta y quien realmente tiene expectativas de seguir mandando, sino que da alas al adelanto electoral —ya se habla de final de febrero, principio de marzo— y a los competidores. En cierto modo, Vox no se equivocaba cuando ha advertido por activa y por pasiva a Moreno de que Cs acabaría liándosela. Ahora la pregunta es cuándo pulsará Moreno el botón rojo para ir a autonómicas.

Hoy dirigentes del PP reconocen en privado, como recoge en su edición de este miércoles El País, que lo de la formación naranja es “caótico” y que "va a ser difícil aguantar así". Todos peleados, todo en liquidación. “A saber quién ha filtrado eso, puede ser cualquiera, son tantos los enemigos que tiene…”, reconocían dirigentes de Cs a este medio este pasado martes. Pero lo más grave es que la puñalada trapera a Marín por parte de los suyos —el audio se graba en una reunión a puerta cerrada con su grupo parlamentario andaluz—no deja mal a Ciudadanos en Andalucía, que huele a cadáver desde hace meses, sino principalmente al Gobierno de Moreno Bonilla, expertos en el arte de vender la moto (a menudo dopados y con dinero de todos) y hacer lo contrario sin que se note.

El contenido del audio de Marín no sorprende porque casi todos más o menos podemos olfatear a qué huele la cloaca y qué intereses se mueven en ella. Pero, en cambio, el cinismo y la desfachatez están tan a la orden del día que Marín se permitió el lujo ayer mismo de reafirmarse públicamente en sus palabras, buscando circunloquios y abusando una vez más de las medias verdades para no reconocer lo evidente: van a lo suyo, les importamos un carajo.

Algo que saben de sobra los más de 4 millones de andaluces que tienen dificultades para llegar a fin de mes y algo contra lo que deberían rebelarse cuando llegue el momento de ir a votar. Como también lo saben los más de 800.000 parados después de tres años de gobierno del cambio, y los más de 12.000 servidores públicos a los que el Ejecutivo de Moreno y Marín ha dejado en la calle por no tener presupuesto. Todos ellos sí que estarán seguro sin presupuesto el próximo 2022, pendientes de que políticos de este pelaje puedan seguir administrando su futuro. Cuando se publicó que Marín llevaba más de 20 años disfrutando de un chalé ilegal con piscina ubicado en Chipiona, en la costa de Cádiz, reconoció que, cuando compró la vivienda, sabía "que había sido construida sin licencia". Visto lo visto, lo que sí sería realmente estúpido en año electoral es seguir tragando con tanta cara dura y poca vergüenza. Pero todo es posible.

Archivado en: