Andalucía resiste como último reducto del 'trío de Colón'

Pensar en pandemia y con un millón de parados en otra cosa que no sea cómo resolver la crisis sanitaria y sus destrozos económicos y sociales entre los andaluces sería de kamikazes

Periodista, licenciado en Comunicación por la Universidad de Sevilla, experto en Urbanismo en el Instituto de Práctica Empresarial (IPE). Director de lavozdelsur.es entre 2014 y 2024. Antes en Grupo Joly. Soy miembro de número de la Cátedra de Flamencología; hice la dramaturgia del espectáculo 'Soníos negros', de la Cía. María del Mar Moreno; colaboro en Guía Repsol; y coordino la comunicación de la Asociación de Festivales Flamencos. Primer premio de la XXIV edición del 'Premio de Periodismo Luis Portero', que organiza la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. Accésit del Premio de Periodismo Social Antonio Ortega. Socio de la Asociación de la Prensa de Cádiz (APC) y de la Federación Española de Periodistas (FAPE).

Andalucía resiste como último reducto del 'trío de Colón'. En la imagen, Moreno Bonilla y Marín, durante su comparecencia este miércoles en el patio del Parlamento andaluz. JUAN LÓPEZ CEPERO

Las réplicas del terremoto político desatado este 10 de marzo con epicentro en la Región de Murcia no alcanzan de momento a Andalucía. De urgencia, el presidente y el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla y Juan Marín, respectivamente, han comparecido en el patio del salón de plenos del Parlamento andaluz para enviar un mensaje de unidad y “serenidad” sobre el futuro del actual Gobierno autonómico. Si en un principio iba a comparecer del lado del PP el consejero de Presidencia y portavoz Elías Bendodo, viendo el cariz de los acontecimientos políticos sucedidos en cascada a lo largo de la mañana se ha optado finalmente porque fuera Moreno quien tomara en primer lugar la palabra.

En un perfil mucho más bajo que Marín, el mandatario autonómico popular ha subrayado que la coalición de PP y Cs en Andalucía goza de una “espléndida y robusta salud” y tiene “una hoja de ruta perfectamente marcada”. Ha podido sonar a cuando los presidentes de los clubes de fútbol ratifican a un entrenador al que van a despedir a la siguiente derrota, pero también puede valorarse como un gesto por la supervivencia de una coalición que vive horas bajas, con malas encuestas y demasiados incendios internos que sumar a la propia gestión de la pandemia y sus terribles efectos colaterales en lo social y económico. El hundimiento de Cs en las encuestas y la amenaza del crecimiento de Vox tensan la cuerda e impiden un adelanto electoral a la madrileña, pero es que con un millón de parados nada hace presagiar que ir a elecciones mejorase las cosas.

La situación en la comunidad andaluza de Moreno no es la misma que la de Díaz Ayuso en Madrid, lo que impide otro tipo de maniobras que no sean las de contener la respiración y dejar que pasen las sacudidas y los temblores. La situación, en todo caso, no es sencilla. El PP a nivel nacional habla de que Cs le ha declarado la guerra y, siendo como es un territorio clave, Andalucía no escapará antes o después del seísmo liberado en Murcia con la moción entre PSOE y los naranjas para desalojar a los populares tras 25 años en el poder autonómico murciano. 

“Este es un Gobierno sólido, que aspira a concluir la legislatura. Los ciudadanos nos piden legislaturas de cuatro años y que estemos a la altura de las circunstancias”

En Madrid habrá, en principio, autonómicas el 4 de mayo, y habrá que ver qué sucede finalmente en Castilla y León, donde el PSOE también ha registrado una moción de censura. “Este es un Gobierno sólido, que aspira a concluir la legislatura. Los ciudadanos nos piden legislaturas de cuatro años y que estemos a la altura de las circunstancias”, ha insistido Moreno, quien este pasado domingo en una entrevista en La Vanguardia no tenía tan claro que pudiera contener un anticipo electoral. “Lamento decirles a quienes auguran un futuro diferente que Andalucía seguirá siendo una isla frente al ruido”, ha refrendado Marín.

“Gestión, responsabilidad y futuro para Andalucía”, ha insistido Moreno, sabedor de que tiene en su ejecutivo al último reducto de unas alianzas que surgieron fruto del trío de Colón —la famosa foto de la concentración liderada por Casado, Abascal y Rivera— y que hoy se han desplomado, sobre todo teniendo en cuenta el giro a la moderación que ha de imprimir Arrimadas si quiere que Cs salga del coma. Todo eso ha ocurrido hoy. Hoy, el mismo día en el que Cáritas ha dado a conocer que, solo en la provincia de Cádiz, unas 4.000 nuevas familias engrosaron las colas del hambre desde la alerta sanitaria por la covid.

No está claro que el Gobierno andaluz actual sea capaz de revertir esta situación con las políticas que viene desarrollando en estos dos últimos años, pero tampoco nada hace pensar que un cambio por la vía de un adelanto electoral —como ya ha pedido Vox en Andalucía— ayudase en algo. Pensar en pandemia y con un millón de parados en otra cosa que no sea cómo resolver la crisis sanitaria y sus destrozos económico y sociales entre los andaluces sería políticamente de kamikazes.