"La salvación del 91 fue la más cardiaca jamás vivida por nuestra afición, con aquella agónica tanda de penaltis pasada la madrugada que precedía a una remontada en la Promoción".
Sin ninguna duda, la salvación del 91 fue la más cardiaca jamás vivida por nuestra afición, con aquella agónica tanda de penaltis pasada la madrugada que precedía a una remontada en la Promoción, y ésta a su vez a una remontada del penúltimo al antepenúltimo puesto en la tabla, fraguada en los últimos minutos del último partido. De haber existido en aquella época, las casas de apuestas online se hubieran arruinado. Tras aquello se dijo en las noticias que los cardiólogos ya no tenían nada que hacer en Cádiz, pues si después de esto nadie se había muerto...
Era difícil repetir una salvación tan exigente para los corazones amarillos, y de hecho en la siguiente temporada se vivieron muchas similitudes respecto a la campaña finalizaba, sobre todo en que se repitió el puesto decimoctavo y se jugó otra promoción. Era la salvación del 92. La última hasta el momento en que el equipo consiguió mantenerse en la máxima categoría.
Pero vayamos por partes. Para este verano de 1991, ya con Ramón Blanco de entrenador legítimo al sacarse el carnet (la temporada pasada se lo puso su ayudante Lorenzo Buenaventura) se iba a organizar una criba en busca de una mejora del equipo, en pos de conseguir la permanencia de una forma más tranquila; la baja más significativa y sentimental de todas ellas fue la del veterano Juan José, que de forma inesperada se encontraba con que el club agradecía sus servicios pero no renovaría más su contrato.
Con 34 años cumplidos, barajó otras propuestas de otros clubes, como el Recreativo de Huelva, pero ninguna le convenció y finalmente optó por colgar las botas, quedándose como último recuerdo de profesional aquél penalti marcado contra el Málaga, que junto con la parada de Szendrei en el siguiente lanzamiento sellarían la permanencia del equipo en Primera. Otra baja sensible fue la del argentino Mister Propper Dertycia. Pese a jugar sólo durante media temporada, se había ganado las simpatías de la hinchada amarilla y era muy querido, pero la Florentina, club al que pertenecía, decidió cederlo a otro equipo y en contra de su voluntad tuvo que hacer las maletas para Tenerife, adonde sería una leyenda.
Otra baja no de menor importancia fue Cortijo, lateral izquierdo y central, fichado por el Sevilla, y que se convertiría en una figura fija en los campos de Primera en los noventa. También causaron baja Romo, que a diferencia de Juan José sí ficharía por el Recre, o el tercer portero Alejandro, que se marchaba al Logroñés, incorporándose Maye como tercer portero. Aunque sin duda, el mayor lavado de cara se produce en la delantera; al mencionado Dertycia se añadiría José González, el autor del gol que empataba la promoción con el Málaga, rumbo a un Mallorca donde irónicamente jugó mucho menos (sólo 5 partidos esta temporada) y que al final descendieron. Marcelo, de la cantera, también cambiaba el Carranza de Primera por el Chapín del Xerez, en ese momento en Segunda B. Husillos, que hasta la llegada de Dertycia fue el delantero referente, comenzó a apurar sus últimos años como futbolista lejos de los campos de Primera; Cartagena, retorno al CD Málaga, Cieza, y se retiró en el Atlético Malagueño de Tercera, equipo que sería el futuro y actual Málaga CF; Husillos jugó pues en los dos Málagas siendo un nexo entre ambos.
Como altas, se recuperaría a Arteaga, vital para el mediocampo. Fali Benitez y Mateos, canteranos, se convertirian en jugadores habituales. Otro canterano, Juan Antonio, llegaría a jugar con el primer equipo en Copa del Rey (únicamente se juega una ronda, ante el Getafe, que nos elimina.), no volviendo a aparecer más. De club para afuera, Francis, del Real Burgos, vendría a cubrir el hueco dejado por Juan José. Además, tendría lugar el estallido de la guerra de los Balcanes. Ello provoca un éxodo mucho más numeroso de jugadores yugoslavos por toda Europa y a España llegan los Kodro, Prosinecki, Mijatovic… y al Cádiz llegaría con la liga empezada Goran Milanko, croata que precedería a Ilic y Varvodic.
Despojado de su patria en guerra, probablemente con la mente en sus amigos y familiares, en un país con idioma y costumbres diferentes, no consiguió adaptarse a la ciudad. No obstante, con esas circunstancias, llegaría a jugar la nada despreciable cifra de 22 partidos, y 16 más en la siguiente temporada. Al menos en eso fue positivo; otro fichaje extranjero, el delantero Jordao, sí que acabó siendo un fiasco a todas luces; llegado del Olimpia brasileño, no tardó en mostrar que su rendimiento y compromiso estaban lejos de lo mínimamente exigible. Únicamente juega 75 minutos ante el Zaragoza de la jornada 9 (empate a cero) y los 17 últimos minutos en la siguiente semana ante el Oviedo (derrota).
No hizo falta que jugara más. Su carácter le granjeó problemas con el vestuario, llegando a acusar a sus compañeros de racistas porque no le pasaban el balón. En el mercado de invierno fue devuelto en papel de regalo de nuevo para Brasil. Y eso que en el Cádiz ya teníamos a un “Jordao” a Sanchez Posse, que si en el año pasado juega únicamente once minutos en toda la liga, en esta la mejora… a diecisiete. No era de extrañar que los hombres de la casa como los jóvenes Quico y Quevedo o el veterano Pepe Mejias tuvieran que poner los goles. Con todo, no era suficiente. Ninguno de estos tres era delantero puro, y el equipo lo estaba pagando con los puestos bajos en la clasificación. Se contrataría pues al brasileño Tilico, que venia de jugar en el Sao Paulo. Con esto, además, se querian quitar el mal sabor de boca tras la experiencia de Jordao. Y vaya que si se lo quitaron. Qué buen tino con Tilico.
Para entonces, se llevaba media liga, y en esta primera vuelta se habían perdido doce de diecinueve partidos. A pesar de ello, no ocupó zona de descenso directo en toda la primera vuelta. El Mallorca se acopló mas pronto que tarde en puestos de descenso y desde entonces todo fue una lucha entre varios equipos por no ocupar el otro puesto de descenso directo; Deportivo, Español, Valladolid y el Cádiz. Las dudas para con nuestro club fueron despejadas tras la derrota en Tenerife de la Jornada 14, siendo expulsado Szendrei a los 18 minutos de juego. El Cádiz caía a puestos de promoción por primera vez, que en la tabla corresponden a los puestos decimoséptimo y decimoctavo, puestos que ya nunca más superaría en esta temporada. Y a pesar de ello, tampoco caía a puestos de descenso.
Continuará...