La vida en Vetusta (y 2)

Y, por supuesto, un plan especial para regenerar el centro de Jerez (tanto el histórico como el comercial) y el estival cierre de camas en el hospital. Los titulares de los periódicos se repiten, como se repite la vida en la pequeña ciudad de provincias, en esa Vetusta (en su caso, Oviedo) que Leopoldo Alas ‘Clarín’ elevó a paradigma en ‘La Regenta’. Casi apuntados en los dietarios de sus redacciones –aunque ahora sean digitales- los medios de comunicación esperan que se confirmen noticias que saben de antemano que se van a producir, como cuantas plantas se cierran en el hospital en verano, a la vez que se repite la consigna que viene de arriba de que tal hecho se debe al descenso en la demanda asistencial y que, por supuesto, no tiene nada que ver con recortes, que en Andalucía no se recorta ni en sanidad ni educación, y si se tarda quince días en suplir una baja tampoco es por ahorrar, es por llevar a cabo la selección más idónea (aunque siempre sea el siguiente en la lista, como está mandao).

¿Qué decir del centro a estas alturas? Todos los alcaldes que en Jerez han sido en la democracia han expuesto sus planes y han actuado o así, pero el problema -el centro como problema- crece y crece. Se fue hace unos pocos meses Suinve, se va ahora Springfield, como en su día se fueron C&A e incluso, algo insólito en todo el orbe conocido, se fue el McDonald’s (aunque en su caso se maquilló como traslado), mientras el centro se llena de bares y restaurantes que, en la mayoría de los casos, no se sabe muy bien para qué sirven. Eso hablando del centro comercial, que es también el de los propietarios que siguen pidiendo varios miles de euros al mes por menos de 200 metros cuadrados y prefieren seguir soñando con que tienen su local en Park Avenue o en los Campos Elíseos en vez de en una decaída ciudad con más del 30% de paro que va camino de convertirse en una especie de balneario para jubilados del norte: tranquilidad, buena temperatura y cerveza barata. Del centro histórico es mejor no decir nada. Ahora, en los próximos meses, si no semanas, oiremos al nuevo equipo de gobierno exponer un plan para ‘ponerlo en valor’ (directamente del francés mettre en valeur). Seguro. Tan seguro como que hace ya muchos años, un concejal, no sé si en transitoria pérdida de sus facultades mentales o en una brutal y arrebatada confesión, dijo que del centro histórico lo mejor era salvaguardar las 4 ó 5 cosas de auténtico valor y tirar el resto para hacer una avenida o un bulevar. No seré yo el que diga hoy, como dije en su día, que ese tipo era un majadero…

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