¿Qué tipo de transformación no serían capaces de desarrollar nuestros próceres en nuestra querida y maltratada ciudad?
En principio es impresionante lo que quiere hacer el gobierno municipal con la remodelación de la plaza de las Angustias, remodelación que incluye, ni más ni menos, que dos parques. Obviamente, tras una mirada al espacio del que se dispone, habría que hablar más bien parquecitos (no sé qué me pasa de un tiempo a esta parte con los diminutivos, empiezo a parecerme a cualquier cocinero de la tele explicando una receta, con su tomatito, su salsita, sus patatitas…). Bien, a lo que es un parque infantil de refilón llego, pero en lo que se refiere a un parque biosaludable, como se define el segundo, pues… pues me obliga a echar un vistazo a internet y comprobar, grosso modo, que la cosa no va de reciclar —bueno, veremos— tal y como creía, ya que se trata de uno de esos parques que tienen distintos equipamientos para realizar gimnasia suave, especialmente personas de cierta edad (por cierto, me da que no van a caber muchos de esos aparatos, por darle un nombre).
Con esta ampliación de la zona peatonal de las Angustias —la construcción de los dos parquecitos supondrá la desaparición de dos de los cuatros viales que rodean la plaza— el gobierno municipal quiere picar muy, pero que muy alto, ya que define esta remodelación como “la primera actuación que visibilizará la transformación de Jerez hacia un modelo de movilidad sostenible”, que, la verdad, suena la leche… y todo con dos parquecitos pioneros. ¿Qué ocurriría si en vez de estos pocos miles de metros cuadrados —1.500 los viales, 3.500 todo el ámbito de actuación— "cayeran" varias apetecibles hectáreas en poder del gobierno municipal, con sus fondos europeos Edusi y todos los avíos? ¿Qué tipo de visibilidad, qué tipo de transformación no serían capaces de desarrollar nuestros próceres en nuestra querida y, al menos hasta ahora, maltratada ciudad? Anímense...
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