Hace algo más de cinco años, cuando Francisco Franco, caudillo de España por la gracia de Dios, fue exhumado para invitarlo a un último vuelo en helicóptero (al menos por ahora), se popularizó una frase y meme que se resumía en “calienta, que sales”, tres palabras tomadas lógicamente del argot deportivo, lo que dice un entrenador a un jugador suplente antes de que salga al terreno de juego.
Pues ahí estaba, 45 años después de su fallecimiento, una foto de Franco en los whatsapp de todo el personal, con esa frase lapidaria (perdón, perdón): “calienta, que sales”. Y sí, salió del Valle de los Caídos (Cuelgamuros desde entonces, al parecer su nombre antiguo) y pusieron su féretro debidamente adornado por una especie de sábana marrón, que doy por supuesto que tiene su nombre fúnebre, en lo que le subían y le bajaban del helicóptero en una ceremonia que tuvo su pompa y su boato, no crean, con Dolores Delgado como Notaria Mayor del Reino en la propia aeronave tomando nota (mental) de todo cuanto acontecía, viviendo el momento como si fuera algo histórico, porque si había alguna duda de que para el Ejecutivo lo era, ya con la propia retransmisión televisiva quedó claro cómo estaba categorizado el tema.
Ahora, cinco años después, el Gobierno vuelve a tirar de Franco, pero esta vez no se trata de una pequeña actuación estelar, como la de octubre de 2019, sino que el ‘fichaje’ es por toda la temporada: está prevista la celebración de unos cien actos conmemorativos de 'la libertad de 1975' y de su némesis, que no es otra que la muerte de Franco en su cama, todo para que las jóvenes generaciones (al parecer, los institutos ya no están para eso) profundicen en el conocimiento de la figura del dictador y estén alerta porque el fascismo está a la vuelta de la esquina, entre otras cosas por lo que va diciendo por ahí (por X, se entiende) Elon Musk y la proliferación de gobiernos de/con extrema derecha en Europa.
No vamos a entrar en más consideraciones: este artículo, contra lo que pudiera parecer en un (primer) momento, no va de política, va realmente de regresos. “Calienta, que sales” escuchó el espectro de Franco hace cinco años y ahora no le va a hacer ni falta: este año de ‘actividad’ le va a poner en plena forma, va a ser un actor más de la actualidad del país.
Hay más “calienta, que sales” a comienzos de 2025. Ahí está, sin ir más lejos, María Jesús Montero, que ha tenido que escuchar del presidente Pedro Sánchez esta expresión… aunque puede que haya sido una todavía más concisa: “te toca”. Hace años, la vicepresidenta Montero logró evitar el mismo envite, que no le apetece lo más mínimo, pero está vez su ‘regreso’ a Andalucía como secretaria general del PSOE-A estaba cantado, por la sencilla razón de que encaja perfectamente en la estrategia del siempre hábil Sánchez de comenzar a reconquistar territorios poniendo de cabeza de cartel a lo mejor (o más llamativo) que tiene en cada tierra, independientemente de si los señores y señoras del “calienta, que sales” o “te toca” están muy a gustito en el Gobierno o en Ferraz. Tras su nombramiento, la señora Montero ha dejado claro de manera inmediata tres cosas: su capacidad plenipotenciaria, ya que no solo no tiene problema alguno en seguir siendo vicepresidenta del Gobierno y vicesecretaria del PSOE, sino que su mantenimiento en dichos cargos se contempla ahora como contraprestación al paso adelante que da al decir que sí a la secretaría general del PSOE-A y, en consecuencia, ir a disputarle en año y pico unas elecciones a Juanma Moreno; en segundo lugar, Montero se muestra muy tanguera al dejar claro que “no vuelve quien no se ha ido”, verdad esta irrefutable en su enunciado, no tanto si se busca una demostración empírica de su caso… y, en tercer lugar, la flamante candidata ha demostrado que debe estar leyendo una biografía de Pasionaria, un personaje en el que, de alguna manera, deber verse reflejada y cuyo “no pasarán” ha utilizado ya para ir 'calentando' también al personal.
Pero dejemos a María Jesús Montero y los grandes titulares que, sin duda, nos va a dar más pronto que tarde, y fijémonos ya en el tercer personaje que aparece en este artículo, que no es otro que Donald Trump, que vuelve al 100% a partir del 20 de enero. A este le ha dicho “calienta, que sales”, el electorado de Estados Unidos, tras ganar unas elecciones presidenciales de calle a Kamala Harris que, en puridad, nunca fue candidata: hay mucha gente acostumbrada a la segunda línea a la que se le acaba atragantando el paso a la primera. A Trump solo le faltaba un Elon Musk en su vida para asegurar un rato entretenido ya no solo a sus compatriotas sino al resto del mundo. Afortunadamente, España hace mucho que no tiene Groenlandias y, en cuanto a canales, no parece que los 12 kilómetros del trasvase Guadiaro-Majaceite, entre las sierras de Málaga y Cádiz, sean suficientes para llamar la atención de alguno de los satélites que tiene por ahí sueltos Musk, aunque nunca se sabe… 2025 acaba de empezar. Vayan pidiendo palomitas.