Jerez de la Fra ya tiene fechas para la Ciudad de la Justicia: el 2030. Dicho así, todo indica que podría entrar en la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible y cambio climático, de hecho, los 17 puntos con que cuenta este plan promovido por Naciones Unidas podrían convertirse en 18, añadiendo un punto que podría decir algo así como:
Artículo 18 (disposición adicional).- “Ah, leches, que a los de la ONU se nos olvidaba, en la Agenda 2030 está también la licitación, diseño, construcción y puesta en funcionamiento de la Ciudad de la Justicia para la muy noble, muy leal y muy ilustre Ciudad de Xerez de la Frontera” (conviene aquí recuperar la histórica, pero hoy, básicamente, futbolera grafía ‘x’ para el sonido ‘j’, que siempre da empaque e incluso puede provocar el apoyo sin fisuras de México).
La Ciudad de la Justicia de Jerez de la Fra es uno de esos temas enquistados en la política de la ciudad, independientemente de quién gobierne en el Ayuntamiento o en la Junta de Andalucía. Este asunto se puso sobre la mesa a finales del siglo XX, allá por 1997, con Pedro Pacheco en la alcaldía y el socialista Manuel Chaves en la presidencia de la Administración autonómica. El asunto gustó, tenía su punto novedoso –repare el travieso lector, la juguetona lectora, en que estamos hablando ni más ni menos que de hace 26 años… sí, todos retozando en la playa, pillines– y parecía que podía ir para adelante relativamente rápido, pero no. Cosas de la política. O del politiqueo. El caso es que hoy en día es uno de esos temas que, en realidad, ya ni siquiera está subrayado en rojo en la agenda de Jerez de la Fra, es de esos asuntos que, de vez en cuando, se sacan del cajón para firmar un protocolo, una declaración de intenciones, un preconvenio… cosas así que como que no comprometen mucho, se hace la foto, y hala, de vuelta al cajón hasta que dentro de cinco o seis años se desempolve –literalmente– el dossier y vuelta a empezar. Eso es lo que ha ocurrido esta semana con la visita del consejero del ramo, José Antonio Nieto, y el acto montado a tal fin en el Cabildo antiguo con una nutrida representación de las fuerzas vivas interesadas.
Eso sí, por lo menos el tema se ha abordado con sinceridad, dejando claro que antes de 2030 será imposible, y que lo del 2030 no es un compromiso, es un de ahí en adelante. Es decir, que, en el mejor de los casos, entre que el tema se plantea y se llega a su culminación, van a pasar 33 años, la edad de Cristo, como se decía hace años cada vez que salía a relucir dicha cantidad.
La alcaldesa Pelayo dice que el Ayuntamiento cuenta con ocho terrenos para albergar esta infraestructura, lo cual viene a ser exactamente lo mismo que decir que, tener tener, no tiene ninguno. Sabemos que en el centro de la ciudad no irá, que las opciones son extrarradio o extrarradio del extrarradio y que igual podría ser en horizontal que en vertical… Vaya, como el que piensa en comprarse una vivienda y no tiene claro si quiere una casa aislada con jardín o irse a un décimo y tener cuarenta vecinos. Así.
Ahora… ¿Qué me dicen de Pelayo afirmando que quiere que la Ciudad de la Justicia sea algo que dure para el siglo XXII, como si fuera, no sé, un electrodoméstico alemán, de cuando los electrodomésticos alemanes eran alemanes, o estuviéramos ya en, no sé, 2070? ¿Ha estado brillante o un pelín sobrada? ¿Se trata de una defensa de hasta el último euro del contribuyente o con este ‘tarde, pero bien’ viene a justificar el tremendo retraso que acumula este tema y lo que le queda? Hummm… A este cronista se le viene a la cabeza, de golpe, otra pregunta ya definitivamente inquietante: ¿O no será que María José tiene planeado no solo estar viva, que como plan es estupendo, sino seguir siendo alcaldesa de Jerez de la Fra allá por el año 2101?
No hay respuestas… por ahora. Eso sí, si dentro de poco volvemos a escuchar a un político, da igual local que mundial, especulando con que algo se va hacer de cara al siglo XXII, nuestras inquietudes se van a ir convirtiendo en certidumbres…