Gira la noria

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

De Jerez al cielo en la noria panorámica del Arenal.

Pues claro que este cronista no iba a dejar pasar la oportunidad de escribir sobre… sobre una noria, ¿qué se creían? Al fin y al cabo, en Jerez no existen tantos temas sobre los que expresar una opinión. Lo que pasa es que he preferido guardarme para el final. Ya digo, la ocasión lo merece. Desde luego. Guau. Increíble. En el centro de Jerez han puesto una noria. Dónde vamos a llegar. Qué tiempos…

Ahora que queda poco para que sea retirada, es el momento de decir que, a ver, que claro que yo también he visto la noria un pelín encajonada en el sitio donde la han puesto y que, vaya, tampoco se trata del London Eye, pero… pero remedando aquellas declaraciones de Camilo José Cela sobre lo que le importó en su día la guerra de Vietnam, diría que a lo sumo estos días consiguió ser mi tema de preocupación, no sé, 1.759 y bajando, justo por detrás de un chicle de fresa que pise de refilón y por delante del mediodía que se acabó el barril nada más pedir una cerveza. Más o menos. No. Lo de la cerveza va claramente por encima, disculpen, que fueron dos minutos de espera e incertidumbre.

Que sí, que parece lógico que la hubieran puesto diez o quince metros más metida en la plaza del Arenal, cerca de la estatua ecuestre, pero se nos olvida el pequeño detalle de que debajo hay un aparcamiento, así que si los técnicos municipales han decidido que ahí era mejor no ponerla, pues será por algo, digo yo, no por capricho. Participo de la percepción de que donde la han puesto las vistas aéreas de Jerez comparten –al menos hipotéticamente- protagonismo con acciones de la vida cotidiana de los edificios próximos, así que es posible que algunos clientes de la noria hayan podido extraer sus conclusiones sobre los hábitos –cena, hora de acostarse, programas de televisión, ropa para andar por casa- de algunos vecinos, pero tampoco creo que sea para tanto.

En realidad, este cronista querría llevar el debate sobre la noria un poco más allá, establecer una especie de ‘metadebate’. ¿Qué significa que en una ciudad que presume con frecuencia de ser la quinta más poblada de Andalucía se establezca un debate público sobre una noria y su ubicación? ¿Es lo normal? ¿Es normal, poniendo un símil de prensa, que un asunto que da para poco más de un suelto haya llenado páginas y páginas? Bueno, normal, a la vista de todo lo que se ha dicho en prensa y redes sociales, está claro que lo es… el mero hecho de que se haya producido, de que haya sido normal, lleva implícita la condición de que eso es lo normal, así que vamos a centrarnos en su significado.

¿Es un debate propio de una ciudad que supera ampliamente los 200.000 habitantes? Al final, nos encontramos una vez más con el debate latente que Jerez mantiene sobre si es una ciudad o un pueblo y hacia donde evoluciona. De si personalmente le parece una cosa u otra, este cronista no puede opinar –recuerde el lector que nunca podría ser hijo predilecto- por las connotaciones que para mucha gente su respuesta llevaría implícitas, así que, a buen entendedor…

Coda: el mero de haber acabado escribiendo este artículo rubrica que, por supuesto, este cronista no es ajeno a la normalidad que propicia un debate sobre una noria y dónde la han puesto.

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