Una semana de transición en la política local, que parecía que iba a discurrir plácidamente sin más obstáculos que el pavés de los adoquines, de repente ha roto en distintas hostilidades en el pelotón.
En primer lugar, Ciudadanos ha decidido tener una crisis justo en el peor momento. Una auténtica pájara (y en terreno llano, que duele más). La directiva se va porque no se lleva bien con la portavocía del grupo municipal y tampoco hay entendimiento con el provincial a menos de cuarenta días de las elecciones autonómicas. El podio se intuye, tanto el 2 de diciembre como en el mes de mayo, y aunque no son muchos, todos quieren estar bien colocados por lo que pueda pasar, lo que genera mucha tensión. Es como un sprint en el Giro de Italia, una ‘volata’ en la que todo el mundo mete los codos: las cosas de la nueva política, tan parecida a la anterior.
Por su parte, en Ondaluz, el portavoz de IU, Raúl Ruiz-Berdejo deja claro que no le importaría ser el jefe de filas de Adelante Andalucía de cara a las municipales de mayo. Berdejo se ve fuerte pese a —o precisamente por— que se fue Ana Fernández, que nunca quiso aceptar un papel gregario ante las órdenes de equipo, y a que Podemos podría invocar su fuerza electoral ya contrastada en las anteriores elecciones… autonómicas. En las municipales Ganemos no era Podemos, como mucha gente pensó en su día. A Ganemos ahora le dejan hueco en el nuevo equipo (que viene a coincidir con los puestos de salida)… y ya. Próximamente la agrupación de izquierdas tiene que decidir si sumarse a un grupo con licencia Pro-Tour como es Adelante Andalucía, seguir desde abajo como equipo local o disfrutar plácidamente del carril bici.
Ah… Nos olvidábamos de Vox. Este nuevo grupo iba a tomar la salida este domingo desde un conocido local de Francos —a ver… no nos vengamos arriba, que la calle es con ese— pero va a tener que cambiar de sitio. De momento a cola del pelotón, pero a la espera de ver si se puede aprovechar de alguno de los abanicos que a buen seguro se producirán…