El Ayuntamiento de Jerez de la Fra sigue adelante con su política de reformas urbanísticas para el casco histórico. La próxima plaza que va a ser remozada es la del Mercado, sitio icónico de la ciudad donde los haya, como diría en las redes sociales cualquier ‘influ-ansar’ de medio pelo (no confundir este nuevo tipo de ‘ansar’ con el ganso… y cuidado, que en el comportamiento es muy fácil), por lo del ‘icónico’, queríamos decir…
Básicamente, de lo que se trata con la reforma —que, por supuesto, viene costeada en su mayor parte por fondos europeos— es de quitar coches del medio, que se ve que debe ser el principal problema de los vecinos, que por cierto a ver dónde coño van a aparcar ahora en el barrio sin que les cueste el dinerito. Por supuesto, la obra viene con la ‘implementación’ de la inevitable plataforma única, que antes o después va a causar algún problema grave porque se trata de una medida que debe ir acompañada por una drástica reducción de la velocidad de los vehículos que darse, de hecho, no se da en sitios de mucho tráfico donde se ha ‘implementado’, caso de la calle Santa María, que a ver, que el tráfico sigue discurriendo a lo normal, no a lo que ahora debería ser normal, con coches, patinetes y peatones al mismo ras de suelo…
Total, que el gobierno municipal, acompañado por un secretario de estado que vino a hacer de clá, de cla-ve preelectoral, queremos decir, presentó hace unos días la reforma con la que le va a meter mano a la plaza de un barrio dejado desde hace años de la mano de dios, del de occidente y, si me apuran, del de oriente que le vio nacer, también. Un vergel promete ahora el gobierno municipal en la plaza donde hace no tanto se ajusticiaba (técnicamente) al personal… qué vergel, un paraíso es la auténtica promesa, algo al borde de lo ultraterreno. Un auténtico pulmón verde en una plaza que, precisamente, visto lo visto en otras zonas del centro y del conjunto de la ciudad, no se puede decir que esté mal de arbolado. Algo viejo si se quiere, sí, pero bueno, como empieza a estarlo todo en Jerez de la Fra…
Cabe imaginarse los temores actuales de los vecinos de la plaza del Mercado y aledaños, en vista de lo que ha ocurrido en las cercanas plazas de Belén y del Arroyo tras las reformas ya acometidas por el actual gobierno municipal, haciéndose cruces sobre lo que entiende Urbanismo por expresiones como ‘pulmón verde’, vamos, que ya están pensando en el Arroyo ‘gris que te quiero gris’ y, sobre todo, en Belén y sus cuatro árboles raquíticos –por cierto, cuántos de ellos además se han secado- a los que en su día se llamó pomposamente arboleda, el arroyuelo, la zona infantil, el auditorio y, por supuesto, la estatua a la niña ‘empoderá’.
Eso sí, está vez tal vez haya un resquicio a la esperanza. Alguno de los vecinos reparó en la cuenta de que la presentación del proyecto, a pie de barrio, eso sí, estaba encabezada por la señora alcaldesa y el señor secretario de estado, como debe ser, pero en la que no había ni rastro del concejal responsable de Urbanismo de Jerez de la Fra y conocido en determinados círculos como El Asfaltador. Bueno, vecinos –convecinos, casi diría este cronista ateniéndose a la escasa distancia que le separa de los próximos damnificados- ya saben. No se hagan ilusiones, aquí hemos venido a sufrir. Tal vez en una próxima vida…