La Zambomba es la gallina de los huevos de oro, de eso no hay duda

Cuando queríamos enterrar la Navidad durante al menos diez meses o así, a lo largo de la semana surgen las polémicas del vocinglero rey Melchor y la de Horeca, asociación que quiere que Jerez viva en una Zambomba permanente

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

Zambomba en clave 'mega' a los pies del Gallo Azul.

El anterior Marca Acme quería servir para enterrar la Navidad de Jerez de la Fra hasta, no sé, tal vez finales de octubre. Pero no, queridos lectores, estimadas lectoras. Es imposible. Eso, probablemente, ya lo sabían ustedes… y que conste que este cronista ha hecho lo que estaba en su mano. Pero no. Total, si vivimos en un país en el que el presidente del Gobierno cambia continuamente de opinión, según las circunstancias, para qué andar aquí, en estas humildes líneas, devanándose uno la sesera. Pues se sigue dando la turra con la Navidad y ya está.

Y es que esta semana de ‘resaca navideña’ nos ha puesto dos nuevos temas sobre la mesa: el speech-chapa del rey Melchor y el speech-grandilocuente de Antonio de María Ceballos. Dos temas que, en una ciudad todavía adormecida tras la Navidad, dan de sobra para un espacio como este.

Fernando Calderón ­–por unas horas, el rey Melchor… solo por unas horas­– se equivocó de foro al soltar su perorata antiabortista. Totalmente coincidente con la línea editorial de lavozdelsur.es al respecto, este cronista solo puede decir que le parecen muy respetables todas las opiniones y mostrar su defensa de la libertad de expresión, pero que también es ventajista aprovecharse de la barba blanca para largar lo que a uno le parece en un acto que debía ser absolutamente constreñido como el que nos ocupa. Ni es el sitio, ni es la forma. Haría bien el señor Calderón en citar a todos cuantos quieran oírle, ya sin postizos, y explicar su postura ante esta cuestión. De hecho, sería una idea estupenda. Hágalo, pero sin utilizar el factor sorpresa y un puntito a bocajarro del otro día. Sin rehenes.

De la Asociación de los Reyes Magos no parece que quepa esperar algo en el corto plazo ­–día que pasa, día que se pierde­– porque desde lo de la cantante que en vez de negra decidió ser cuarterona no se ha visto en otra y lo suyo va más bien de representar que de reprobar.

La alcaldesa Pelayo ha salido implícitamente en defensa del rey Melchor, pero dejando entrever que, desde la izquierda, se quiere ir contra el éxito fulgurante de la Navidad jerezana. Que a ver, que independientemente de lo que piense la alcaldesa sobre el aborto, con decir que no le ha parecido el sitio, sería suficiente, que ya está, si al final el tema va a ir a pleno municipal y va a tener que ser más explícita…

Y vamos con el segundo tema. El presidente de Horeca, Antonio de María Ceballos, cree que Jerez ha encontrado la gallina de los huevos de oro (que, por cierto, recuerden cómo acaba la fábula) con lo de la Zambomba, las zambombás, las zambombis, etc. Cuando un sector económico cualquier se envuelve en una bandera (cualquiera también) hay que echar siempre un segundo vistazo a lo que se dice. Jerez no ha encontrado ninguna gallina de los huevos de oro, los que la han encontrado son los hosteleros, los del centro para ser más exactos. Por eso, como si fuera una partida de ajedrez o de Go, estamos a la espera del próximo movimiento del Ayuntamiento, porque va a ser crítico. O una de dos: o el gobierno municipal (en este tema, francamente, da igual si ahora gobierna el PP y antes el PSOE), tal y como parece, 'compra' el discurso de los hosteleros y Jerez se convierte en una Zambomba Infinita o hace una evaluación seria y rigurosa de lo que se está ofreciendo en una fiesta Bien de Interés Cultural (BIC) en el que la ‘C’ hace tiempo que ha sido sustituida por ‘Comercial’…

Que oigan, que también, que todo el mundo tiene que ganar dinero, pero no confundamos los intereses de una ciudad con la de un sector económico que tampoco se distingue precisamente por crear empleo de calidad (por supuesto que hay excepciones, pero hablen con los camareros del centro a ver a cuantos les han pagado las horas extras, o al menos les han dado una gratificación o unos días libres por cuenta de la casa… pregunten, pregunten). Un Ayuntamiento debe velar porque todo esté bien hecho; que, en la medida de lo posible, se preserve el espíritu de la fiesta; que la gente esté a gusto y disfrute y, sobre todo, que vuelva a Jerez. Por eso debe velar un Ayuntamiento. El resto es política de tierra quemada a la que, inevitablemente, lleva el uso y abuso de una fiesta que se encuentra totalmente desbordada y en la que, por cierto, se están repitiendo también errores, irregularidades y excesos como los de la Feria del Caballo. Eso sí, sin duda no tiene discusión, tiene toda la pinta que las Zambombas son la gallina de los huevos de oro (de los hosteleros) de Jerez.

A modo de coda, para los que no han leído el cuento: a la gallina la matan... es lo que tiene la avaricia.

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