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Hay historias que son difíciles de empezar porque sabes que nunca van a estar a la altura de la realidad. Hay personas de las que es complicado hablar porque nunca dirás suficiente y a ellas siempre les parecerá demasiado. El caso es que a veces el amor, la intuición, la sensibilidad consiguen juntar dos almas gemelas encerradas en cuerpos diferentes. Eso pasó hace ya algo más de un año y el amor entre ellas sigue creciendo.

Un día cualquiera recibimos un aviso de una gata aparentemente mansa que se había refugiado en el patio de un unifamiliar. Como siempre, estábamos colapsadas pero las fotos indicaban claramente que la pobre gata necesitaba urgentemente un veterinario, así que la recogimos y la metimos en casa de una de nuestras amigas, nuestra Carmen. La gata era ya mayor, con pocos dientes, desungulada, desnutridas, con problemas renales, sin chip... Pero como a veces a las casualidades las podríamos llamar milagros, Carmen le enseñó la foto de la gata que tiene en casa a su amiga Maribel. Amor a primera vista... amor del bueno, del que hace a las personas grandes... “me da igual como esté quiero intentar darle un hogar”.

Dueña primeriza, gata complicada, dudas, complicaciones que imaginamos los humanos con lo fácil que es quererse. Mimí entró en casa de Maribel y no se molestó en cotillear demasiado, directamente se instaló en el mejor sofá, al calorcito. Así empieza una convivencia pacífica entre las dos, una convivencia que llena de pelitos los rincones y de cariño el corazón. Mimí engordó, su precioso pelo gris plata volvió a brillar y se dejó querer. A cambio le llena la cama de ronroneos, la recibe cuando llega a casa, a veces incluso le riñe por tardar demasiado.

Esa gata a la que muchos no quisieron ni tocar se ha adueñado de la casa y el corazón de Maribel Ortega. Sí, Maribel Ortega, ella que podría tener los caprichos que quisiera... pero esa voz grandiosa solo esconde un corazón aún más grande, siempre al lado de los más débiles siempre intentando ayudar a quien lo necesita, sin farándula, sin espectáculos porque si algo la caracteriza es su humildad.

Puede que no entienda de música, puede que no guste la ópera pero viéndola en un escenario entiendes lo que es nacer siendo una diva. Una diva que supo reconocer a otra encerrada en un cuerpo maltratado y con el alma rota por el abandono.

 

 

El jueves 13 Maribel Ortega participa en un concierto benéfico en la Catedral de Jerez

Maullidos es la columna semanal de la Plataforma de Bienestar Felino, formada por diferentes asociaciones y particulares.

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