Ya se encuentra fijada la fecha para las próximas elecciones generales: 28 de abril. Nos quedan unos duros meses de aquí a que finalicen, y observando el camino que están tomando las derechas, creo indispensable que las personas que pertenecemos a colectivos más vulnerables reclamemos a la ciudadanía que, al menos esos domingos donde podemos ejercer nuestro derecho al voto, no lo dejen de hacer. Sobre todo para que no vuelva a ocurrir lo mismo que sucedió en Andalucía.
Como decía, lo más recalcitrante no es Vox, aunque una de sus integrantes (no expresaré ni su nombre para que sigan conociéndola tan sólo en su casa) ya expresó la semana pasada en la Comisión de Salud y Familias del Parlamento Andaluz que debemos de volver al matrimonio natural y que las personas trans no deben de ser asistidas por la sanidad pública.
Lo peor es cómo se están radicalizando los discursos de PP y Ciudadanos. Éste último ya ha confirmado que no pactará bajo ningún concepto con el PSOE, y Pablo Casado se está dedicando a gritar a los cuatro vientos que el artículo 155 ya lo tiene en la manga y que su idea es aplicarlo de forma permanente porque el diálogo, al parecer, ya no nos vale como solución.
En sus ademanes y su forma de hablar se le nota que la bestia se ha liberado, ese triunfo de Vox en Andalucía, nos está mostrando al verdadero Casado, un tipo que se autodenominaba como un cazador nato de presas femeninas. ¿Recuerdan cómo se llama el grupo de hombres que violaron a una chica en San Fermín, observan la importancia del lenguaje?
Mientras tanto, está floreciendo una nueva generación de pensadores en Andalucía, distintos personajes públicos, que ahora, además de cantar, pasear y torear, se encuentra aleccionando a la ciudadanía, el último, Bertín Osborne, que en un programa de máxima audiencia lanzó una frase como esta: "Me sirve cualquier partido que defienda la unidad de España, los toros y la paella".
Después de ver el programa de televisión Chester de Risto Mejide donde le realizó una entrevista al cofundador de Cs, Arcadi Espada, expulsado del plató, y el cual llegó afirmar en una columna en El Mundo que "si alguien deja nacer a alguien enfermo, pudiéndolo haber evitado, ese alguien deberá someterse a la posibilidad, no solo de que el enfermo lo denuncie por su crimen, sino de que sea la propia sociedad, que habrá de sufragar el coste de los tratamientos, la que lo haga. Este tipo de gente averiada alza la voz histérica cada vez que se plantea la posibilidad de diseñar hijos más inteligentes, más sanos y mejores. Por el contrario ellos tratan impunemente de imponernos su particular diseño eugenésico: hijos tontos, enfermos y peores”. Yo me sigo preguntando, como tú, Bertín, ante estas ideas, puedes seguir alzando la voz a favor de los que dicen defender la Unidad de España, los toros y la paella.
Siempre fue fácil desde esa posición, esa posición acomodada en la que incluso te crees poseer a personas que te “sirven”, porque para eso es para lo único que nos han querido a los y las andaluces, para el servicio.
Pues estos grandes eruditos no son toda nuestra Andalucía, existe esa otra, que aunque se quedó dormida, debido a tanto y tanto sin vergüenza, en las próximas elecciones, saldrá de nuevo a ejercer su derecho como ciudadano. Yo te acuno, hasta que llegue la fecha, pero no te quedes más en casa, mi querida Andalucía.