El 'enreo' de Sevilla: el acuerdo entre PP y PSOE es "muy difícil", pero ya no resulta imposible

Sanz y Muñoz se vieron las caras con tono constructivo sobre los presupuestos, y sus respectivos responsables de las cuentas se han emplazado a futuros encuentros. Con este movimiento, el alcalde desplaza más a Vox

Subdirector de lavozdelsur.es. Graduado en Derecho por la Universidad de Cádiz, licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria en cabeceras de Grupo Joly, con varios años de experiencia también en empresas de marketing.

José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, en un acto reciente.

La vuelta al cole tras las vacaciones de Navidad han ayudado a desaflojar posiciones en el Ayuntamiento de Sevilla. Si el PSOE lamentaba hace una semana que una empresa colaboradora de Urbanismo financiara la copa navideña del personal municipal, seguramente un tropiezo del gobierno local de Sanz, poco después se han reunido los socialistas y los populares con un espíritu renovado.

Fuentes municipales han explicado que la reunión entre el alcalde, José Luis Sanz, y su antecesor, Antonio Muñoz, ha surgido al menos el acuerdo para "seguir teniendo conversaciones y que negocionen Juan Bueno y Sonia Gaya". Delegado de Hacienda y antecesora, también. 

Por su parte, fuentes del PSOE explican que "es muy difícil" llegar a un acuerdo, "pero el punto de partida de la reunión no ha sido malo". Desde el entorno de Muñoz hablan de "cordialidad y, por fin, tono constructivo, de alcalde a alcalde, incluso siendo una toma de contacto informal".

Las futuras negociaciones elevarán las peticiones por parte de los socialistas para alcanzar un acuerdo. "En la próxima fase, que no puede tardar mucho, plantearemos nuestro modelo de ciudad. Pero ya sabemos que será muy difícil que encaje con el suyo", indican estas fuentes.

El gobierno local, con esta reunión, ha mandado un mensaje indirecto al otro partido candidato a negociación: Vox. Desde la formación, entienden que la reunión de Muñoz y Sanz es "normal" después de que los socialistas apoyaran las ordenanzas fiscales. E insisten en que Sanz ni su equipo se han acercado a ellos. Por tanto, el alcalde ha elegido con quién no sale a bailar. 

La formación se mantiene en su posición de querer entrar en el gobierno, quizás el mayor escollo para el actual equipo de gobierno. "El pacto de PP y Vox funciona en cinco gobiernos regionales y en 160 ayuntamientos. Puede funcionar en Sevilla". Y esa línea roja planteada, la de armar un Ayuntamiento de coalición, tiene que ver con que es la manera en la que confían en que, si no fuera de otra forma, "no podríamos aplicar nuestras políticas. Sevilla necesita un impulso, lo necesita ya, y no estamos aquí para sestear".

La pasada semana, Podemos e IU vivieron un momento, como poco, confuso. La concejala morada, Susana Hornillo, anunció que presentaba mociones al presupuesto, algo interpretado de forma general -y por el propio equipo de gobierno- como un llamamiento a negociar. "Nadie ha dicho que presentar mociones significaba sentarse a negociar", explicó Hornillo en una entrevista con lavozdelsur.es unas horas después de la polémica. Además, hizo un llamamiento a naturalizar las discrepancias y estrategias, a no caer en dramatismos.

Izquierda Unida se desmarcó de esas mociones, sobre todo porque la nota de prensa daba a entender que era postura de ambos partidos. Tras críticas abiertas, Ismael Sánchez, concejal de IU, insiste en que en todo momento ha habido discrepancias sobre "la estrategia, que son normales, pero no sobre el objetivo final, que sigue siendo el mismo". Así, rechaza los "tambores de ruptura del grupo municipal. Tenemos mecanismos de coordinación. Las noticias a nivel nacional son negativas para la clase trabajadora", dice sobre la ruptura en el Congreso de Podemos y Sumar, "pero en lo municipal seguimos juntos, no hay ruptura".

Respecto a su posición sobre el presupuesto, desde el grupo municipal se limitan a los hechos consumados: las 19 mociones que sí suscribió Podemos, y a que Izquierda Unida no va a cambiar su postura y no habrá negociaciones. Una vez que fructificasen futuras reuniones, entonces los partidos irán comunicando su reacción.

Por tanto, el acercamiento entre PSOE y PP supone una rendija de luz para el Ayuntamiento actual, que tiene sus cuentas prorrogadas desde el 1 de enero, como el resto de capitales andaluzas donde ha habido cambio de color político. El enredo natural de la política parece que se destensa, pero la distancia entre las dos formaciones parece amplia. Solo que un poco menos que hace una semana.