Para esas mujeres: unas cuantas 'pequeñas' cosas...

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador de lavozdelsur.es. He publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

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-Para esas mujeres que tienen que aguantar que en el trabajo sus jefes o sus compañeros de trabajo se dirijan a veces a ellas con vocativos como “chocho”, “chochi” o “chochete”. El trabajo no es la familia…

-Para esas mujeres que no pudieron estudiar mientras que sus hermanos varones sí lo hicieron (pero eso sí, “que letra más bonita y redondita tiene”)…

-Para las mujeres que cuando piden opinión a su pareja con la ropa que van a comprar en lugar de “¿qué tal me sienta?” tienen que preguntar “¿entonces lo ves…?”.

-Para esas mujeres que ven cómo sigue habiendo un tipo de hombre —incluso amigo suyo— que inconscientemente (o no) por sistema las corta y no les deja terminar cualquier cosa sobre la que estén argumentando.

-Para esas mujeres que atienden al público y que, incluso con una carrera, de entrada tienen que aguantar el inefable ‘mushasha’…

-Para esas mujeres que trabajan de camareras y que lo mínimo que escuchan del baboso desconocido de turno es “guapa esto” o “bonita lo otro”…

-Para esas conductoras de autobús (y de taxi) que todavía hoy captan alguna mirada o escuchan algún comentario…

-Para las que cuando van solas en un autobús o un tren casi vacío tienen que aguantar que se les siente justo al lado un tipo con tendencia a la charla y a despatarrarse…

-Para esas mujeres que si un día van más arregladas al trabajo —permítaseme la convención— tienen que escuchar esa idiotez de “¡pero si tiene piernas!”.

-… Y al revés, para las que van a trabajar habitualmente en tacones porque les sale del mismísimo y también tienen que soportar comentarios.

-Para las que tienen que oír todo tipo de gilipolleces y bordadas cuando van solas por la calle.

-Para esas mujeres que tienen que soportar que se dé por supuesto que no entienden de fútbol, de coches, de vino…

-…Y en consecuencia ven cómo siempre que se abre una botella se le da a catar el vino al varón.

-Para las mujeres cuyas parejas piensan que la maternidad viene acompañada de algún curso de pediatría.

-Para esas mujeres que, cuando un hombre dice una palabra o una expresión malsonante en una reunión, además tienen que escuchar luego la pollada de “con perdón de la señora”.

-Para esas mujeres maduras que ven cómo en su casa llega un momento en que cuenta más la opinión de sus hijos varones en edad zangolotina que la suya…

-Para las mujeres a las que su pareja les maneja el dinero.

-Y también, claro, este artículo va para esas periodistas que ven cómo sus jefes las mandan siempre a temas sociales, de sanidad o de educación, dejando la política o la economía para sus compañeros varones.

-Para todas ellas y también para todos ellos…

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