Ya tenemos el Carnaval aquí, y comienza con cierta polémica. Fíjense, el primer día de concurso del Carnaval de Cádiz: “Presumiendo de tierra con un acento que es de mentira; mientes más que respiras; no me hables de trabajo si tú no la has doblado en tu vida”. Este es un extracto de la letra que la comparsa de mujeres Perravieja le ha dedicado a Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE andaluz. Al parecer, y según informan varios medios, el video de esa comparsa ha sido censurado en la red, o al menos lo han intentado. Una o varias personas anónimas denunciaron a YouTube los vídeos colgados en este canal en los que se podía ver la actuación de la comparsa sevillana de mujeres Perravieja, en la cual le cantan una letra muy crítica a Susana Díaz. Según esos mismos medios, Onda Cádiz, que es el canal televisivo que tiene los derechos de emisión, ha recibido algunas llamadas presionando y alertando sobre algunos vídeos en los cuales no sale muy bien parada la señora Díaz. Otro ejemplo de esas críticas a la presidenta del gobierno andaluz es el del pasodoble de Los equilibristas, donde también la ponen fina. Hay muchos más ejemplos, pero no quiero cansarles.
La cosa es que hay quien se cree que se le pueden poner puertas al campo, que quieren cortar las alas a las agrupaciones que cantan, reivindicando y criticando las cosas que no les gusta, y eso, eso, queridos lectores, es imposible, porque, quién puede ponerle una mordaza al Carnaval de Cádiz… ¡Nadie! El Carnaval o es libre o no es Carnaval. Y si este año le ha tocado aguantar las críticas a Susana Díaz y a sus discípulos e incondicionales, pues que se lo tomen con deportividad, porque también se reparte bastante estopa a Rajoy, Sánchez y el señor ese mayor de la corona, entre otros muchos. Hay para todos. Es comprensible que a ciertos acólitos de estas personalidades no les haga ninguna gracia ver cómo una agrupación carnavalesca le cante las cuarenta a sus ídolos, y encima lo hagan con arte. Por desgracia, hay mucho hooligan político suelto. Pero el Carnaval, sobre todo el de aquí, el nuestro, puede con todo, en el Falla o en la calle, el caso es cantar con libertad, con libertad de expresión. Vamos a disfrutar de las actuaciones, los afortunados que puedan ir al Falla vivirán el concurso en primera persona, los que no, lo veremos por televisión o en la red de redes, y después en la calle, a pasar un rato agradable, que es de lo que se trata, y si hay reivindicación, mejor que mejor.