Me llamo Lola Vallespí. Soy gestora cultural y vivo en Jerez. He sido la número 4 en la candidatura de Manuel Méndez, por Ciudadanos, para las últimas elecciones generales. Además de gestora cultural, soy experta y asesora en el ámbito de la sostenibilidad, la innovación social, la dirección de proyectos europeos y la captación de fondos.
Es decir, la candidatura que lideró Manuel Méndez, y de la que formé parte, escogió a una gestora cultural para uno de los primeros puestos de su lista. Creo que este criterio, ya es más que suficiente para demostrar que posición tenía la cultura entre sus prioridades políticas.
Sin embargo, en algunas entrevistas a algunos impulsores del manifiesto llamado “Por la cultura. Por el Villamarta. Por Jerez” se afirma que la cultura no ha formado parte de los programas electorales (generalizando a todos los partidos) y que, salvo desde 3 candidaturas, no se ha dado respuesta a su exigencia para compartir, con ellos, sus propuestas para la cultura. Sin embargo los partidos que tienen representación en el pleno, presentaron sus ideas y propuestas por la cultura, en las redes, en sus programas, en espacios presenciales y en los medios.
Como parte implicada, puesto que la cultura es mi forma de vida, en lo personal y en lo profesional, y puesto que mi función en la candidatura, era precisamente la de trabajar por la cultura en Jerez, escribo esta carta. Porque no puedo no reaccionar al discurso tergiversado que se está lanzando en entrevistas y en tertulias radiofónicas.
Me gustaría confirmar lo siguiente:
- Ningún representante impulsor del manifiesto se puso en contacto con nuestra candidatura para que pudiésemos explicar nuestra hoja de ruta por la cultura.
- A pesar de nuestras solicitudes y nuestro ofrecimiento para mantener un debate abierto por la cultura con los firmantes del manifiesto y con el resto de candidaturas, nunca se nos contestó.
- Como parte de nuestra forma de entender la política (abierta y colaborativa), organizamos una mesa abierta por la cultura cuyo objetivo fue precisamente este: compartir nuestra hoja de ruta y recoger necesidades, propuestas y reflexiones de todo el ecosistema cultural de la ciudad que quisiera asistir. Fue el pasado 6 de mayo.
Se invitó a los firmantes del manifiesto a asistir. Solo un firmante asistió. Ninguno de sus impulsores.
- Se compartió vía WhatsApp nuestra propuesta con firmantes del manifiesto, con agentes culturales de la ciudad y con medios de comunicación.
- Estas propuestas se presentaron también en abierto en las redes sociales.
Presentamos una hoja de ruta para la cultura, incluyendo una propuesta específica para poder salvar el Villamarta. Y utilizo la palabra “salvar” porque efectivamente, con la situación financiera de los últimos años, está en riesgo su continuidad.
No quiero detallar de nuevo los contenidos. Están en abierto para toda la ciudadanía. Quien desee consultarlas, descargárselas o compartirlas puede hacerlo libremente.
Ejemplo en estos links:
Si quiero destacar que nuestra hoja de ruta estaba focalizada a construir una estrategia para que la cultura fuese un elemento clave para la transformación económica y social de nuestra ciudad. Que aportara desarrollo económico y empleo pero que también fuese una palanca para la inclusión, la diversidad, la sostenibilidad. Una estrategia coherente y alineada con las políticas económicas y culturales de la Unión Europea y de las principales agendas internacionales.
Sin embargo, escucho por parte de algunos de los impulsores del manifiesto, y en medios de comunicación, que la cultura NO estaba en nuestras propuestas electorales (Ni en la de otras candidaturas), que NO las compartimos o que NO respondimos a su solicitud.
SÍ estaba y SÍ las compartimos, y no solo con los firmantes del manifiesto, sino con todas las personas y agentes culturales que desearon escucharlas. Y no solo desde nuestra candidatura. Otros partidos compartieron sus propuestas abiertamente.
Y yo me pregunto, ¿Por qué se afirma lo contrario? Y ¿Por qué se tergiversa este mensaje?
Estamos preocupados por la continuidad y la financiación del Villamarta, y mucho, a pesar de las afirmaciones de algunos representantes del manifiesto en los medios.
Aunque es necesario destacar que la vida cultural y las oportunidades para la cultura de Jerez, van y deben ir mucho más allá que solo el teatro Villamarta. Por suerte, en nuestra ciudad existe un ecosistema cultural muy amplio, profesional y diverso al que es necesario escuchar, ayudar e impulsar.
Pero puesto que el manifiesto centra su mensaje en la salvaguarda del teatro Villamarta, también centro en este ámbito las siguientes preguntas que me hago al escucharles hablar.
¿Por qué el 100% de la aportación que hace el Ayuntamiento a Fundarte, la Fundación pública gestora del Villamarta, y que corresponde a unos 1,5 millones por año, se dedica casi al 100% SOLO a sus gastos de personal? (Unas 28 personas en la plantilla). Dedicar casi el 100% de la ayuda a cubrir costes de personal, deja al Villamarta con escasos recursos para dedicarlos a invertir en la programación u otros proyectos.
¿Por qué a pesar de disponer de varias personas contratadas que deben velar por la correcta gestión de su tesorería, el pasado diciembre, es decir muchos meses tarde, se avisó a la corporación municipal en un pleno, que el Villamarta debía ser rescatado de nuevo? Tenía unas pérdidas de aproximadamente 900.000 euros y se aprobó un rescate de 640.000 euros (Rescate de última hora con dinero público de un ayuntamiento intervenido y con graves problemas económicos). Me pregunto cómo reaccionarían en otras direcciones generales de empresas o de administraciones públicas, si sus gestores “avisaran” de un agujero de tesorería tan grave a fecha 26 de diciembre. Sin margen para reaccionar o para buscar soluciones.
¿Por qué a pesar de financiarse en gran parte con dinero público de los ciudadanos de Jerez, no se abren convocatorias públicas para la selección de la producción y programación?
¿Por qué el Villamarta y al contrario que muchos otros teatros públicos, no ha activado un plan de captación de fondos y de mecenazgo privado? Solo recibe unos 31.000 escasos euros de mecenas privados. Una cantidad muy lejana de la financiación privada en otros teatros o de la que podría llegar a recibir con mayor foco y trabajo en este sentido.
¿Por qué a pesar de financiarse en gran parte con dinero público de los ciudadanos de Jerez, no se abren convocatorias públicas para la selección de la producción y programación para el Festival de Jerez o la fiesta de la Bulería? En lugar de seleccionar a los productores, intermediarios y propuestas abriendo un proceso público de concurrencia competitiva como hacen otros festivales andaluces.
¿Por qué, a diferencia de la mayoría de teatros del mundo, el puesto de gerencia o dirección, no se cubrió a través de una convocatoria y concurso público?
¿Por qué impulsar justo ahora este manifiesto? ¿Por qué solo preocupados por el Villamarta? Y lo más importante ¿Con qué fin?
¿Por qué la dirección del Villamarta no es un contrato con fecha de caducidad, solo por 4 años, cómo lo es en muchos teatros del mundo?
¿Por qué a pesar de la situación financiera y del rescate de 640.000 euros del pasado mes de diciembre, no se ha hecho aún ninguna reunión de patronato para presentar su situación financiera actual y para presentar el presupuesto y plan de acción de 2023? Ahora más que nunca, cuando la actual gerencia ha dimitido, ¿no sería importante poder monitorizar más de cerca el presupuesto y gestión del Villamarta?
Y también me pregunto, ¿Por qué impulsar justo ahora este manifiesto? ¿Por qué solo preocupados por el Villamarta? Y lo más importante ¿Con qué fin?
Yo, como muchas personas de esta ciudad, estoy preocupada por el Villamarta y por su continuidad. Es necesario rescatarlo, mimarlo e impulsarlo. Es importante que no viva de espaldas a su ciudadanía. Es esencial que cree más y mejores colaboraciones con el tejido empresarial y social de Jerez. Es deseable que active proyectos con impacto social positivo para los jerezanos y jerezanas. Debe implicarse en ayudar, capacitar y formar a los jóvenes talentos, y no solo del flamenco. Debe ser más transparente en su gestión y en su gobernanza.
Y sobre todo es necesario conseguirle más financiación y más recursos. Pero estos recursos de más, no pueden salir, de un día para otro, de las arcas públicas de un ayuntamiento con graves problemas económicos.
El pueblo y la democracia hablaron el pasado 28 de mayo. Y el pueblo, con la mayor participación en elecciones municipales desde 2003, ha dicho algo muy alto y claro: no confiamos en el actual gobierno municipal y queremos un cambio. Toca cambio y no solo en el pleno.
Por la cultura, por el Villamarta y por Jerez.
Lola Vallespí
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