Hay que reconocer que la actualidad política está que arde. Una vez pasado el tsunami de las leyes trans y del “solo sí es sí”, más la esperpéntica moción de censura sacada de su chistera por VOX, cuando ya se intuía una etapa tranquila hasta el inicio de la campaña electoral del 28-M, nuevamente las aguas bajan agitadas.
El PP y su líder Feijóo, está empeñado en dar balones de oxígeno a una izquierda que al principio de mes se veía a punto del colapso.
Primero su vergonzosa y vergonzante huida de esa bochornosa moción de censura, después su periplo decadente por Europa en el que sólo ha recibido desplantes y tirones de orejas.
Hasta su compañera de ideología Ursula von der Leyen le despachó en apenas unos minutos, con traductor claro está, y su lamentable crítica del pacto para las pensiones del gobierno, ignorando que ya contaba con el visto bueno de Bruselas, no gustó nada por allí.
Convendría que los nueve millones de jubilados de este país capten el aviso a navegantes que les lanzó, quien pretende liderar el nuevo gobierno. Si el PP y VOX llegan al poder anularán ese acuerdo y volveremos de nuevo al famoso 0.25 % de Rajoy. Que nadie se llame a engaño.
Para rematar la jugada se les ocurrió la brillante idea de montar un bochornoso acto con la comunidad latina de Madrid, en la que la estrella a su pesar fue la telepredicadora evangelista Yadira Maestre, que inspira a Donald Trump, Bolsonaro y los suyos.
La imagen de la triada pepera, Isabel Díaz, Ayuso, José Luis Martínez Almeida y el propio Núñez Feijóo, bailando torpemente a su son dando palmas con quien afirma curar el cáncer con sus manos, es como para pasar a los anales de la torpeza patria.
Como también un aturdido Borja Semper intentando justificar lo injustificable sin creerse lo que estaba diciendo.
Cierto es que la comunidad latina madrileña es numerosa, en torno a 500.000 personas, que están muy influenciados por el evangelismo, pero cabría hacerse la pregunta de a cuántos del resto de la población no les gustó ese nuevo esperpento.
Parece que al nuevo gurú de la derecha, Miguel Ángel Rodríguez, se le ha ido esta vez de las manos sus artilugios, lo que ha provocado un profundo malestar entre sectores importantes del PP y cabe suponer que también del obispado católico en clara competencia con esos evangelistas.
Para culminar la debacle tanto Feijóo como su dirigente europeo Esteban González Pons, aprovecharon dicho “acto” para criticar a Pedro Sánchez por su presencia en la Cumbre Iberoamericana, según ellos, al lado de dirigentes autócratas, reflejando su absoluta ignorancia por dos razones.
Primero porque precisamente este año no contó con los máximos mandatario de Venezuela, Nicaragua y Cuba, y finalmente porque también durante las diferentes presidencias del PP con Rajoy y Aznar se dio la misma circunstancia.
Por cierto podían haber visto antes de hablar que justo al lado de Sánchez se encontraba el rey Felipe VI.
No está claro el efecto electoral que estos días de torpeza tras torpeza ha podido acarrearles, pero los más lúcidos del PP intuyen que han dilapidado en un abrir y cerrar de ojos lo conseguido con la anterior etapa de las leyes mencionadas y las crisis provocadas en el gobierno. Unas lumbreras vamos.
Y el domingo las izquierdas tienen su revalida vital. De que el “Sumar” de Yolanda Díaz suscite un acuerdo total depende el futuro del gobierno y del país. Ojalá la lucidez y sensatez se impongan al mesianismo sectario y esta vez Lenin no tenga razón.
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