Veintiocho de febrero. Un año más que recordamos el día en el que los andaluces votaron el referéndum autonómico que sirve para a su vez, reivindicar todo lo que tiene que ver con esa comunidad.
Andalucía, lugar donde se unen tradición, cultura, mestizaje, folclore, diversidad…que es reconocida por muchos como una tierra acogedora, donde sus gentes hacen lo posible por vivir mejor pero que sin duda, han tenido que atravesar por momentos históricos donde las dificultades hicieron que muchos de los que allí vivían tuvieran que emigrar.
Por eso, creo que el empeño de los andaluces y de las andaluzas debe centrarse en hacer posible que ésta sea sobre todo, una fuente de oportunidades, de progreso y de cambio continuo donde mujeres, hombres, niños, jóvenes y mayores vean que es posible poder desarrollar una vida plena en todos los sentidos.
Es por ello que debemos centrar nuestro afán en que Andalucía sea cada vez más próspera, donde muchas empresas decidan asentarse de modo que puedan crearse puestos de trabajo que posibiliten tal crecimiento económico que las listas del paro cada vez vayan a ser engrosadas por el menor número de personas.
Por esta razón, creo conveniente pedir que sindicatos, empresarios y partidos políticos se unan para que los andaluces y andaluzas puedan tener la vida más digna posible, dejando atrás la pobreza o la falta de recursos, haciendo hincapié en la imperiosa necesidad de reforzar los servicios públicos con más personal y más recursos tecnológicos de manera que no tengamos que ver colas de gente esperando a que le atienda un médico o ver que las listas de espera no se reducen sino que, al contrario, se incrementan por falta de personal sanitario. Prueba de que esto está ocurriendo, lo vimos el pasado 19 de febrero con la convocatoria de una gran manifestación en las ocho provincias en defensa de la Sanidad Pública que, por desgracia, está cada día más maltrecha por culpa de los injustos y salvajes recortes que está llevando a cabo el actual Gobierno de la Junta de Andalucía.
Y cabe recordar también aquí que los recortes en este caso, son injustificados puesto que con la llegada de los fondos de recuperación Next Generation a España que ya han sido repartidos a los diferentes territorios por parte del Gobierno Central significan un gran aporte de recursos económicos que la Unión Europea nos ha dado para paliar los gravísimos efectos derivados de la pandemia. Pandemia que nos ha hecho ver que toda inversión en Sanidad Pública se hace más que imprescindible porque eso ayudará a salvar vidas así como para incrementar de manera sustancial las partidas presupuestarias en Educación Pública que significaría un apoyo más en la defensa de vidas humanas si se contrataran mucho más personal docente (maestros y profesores) para reducir las ratios (es decir, el número de alumnos por aula) que haría reducir los posibles contagios de manera significativa, aunque se hace evidente que el riesgo cero de contagios no existe pero sí que con medidas como esta, haría posible paliarlo en buena medida, además de provocar una subida en el empleo lo que repercutiría a su vez en una mejora de la Economía de Andalucía y por consiguiente, de España.
Quiero también recordar aquí el importante papel que juegan los sindicatos así como las plataformas repartidas por toda Andalucía en defensa de los servicios públicos. No olvidemos nunca la importancia del sindicalismo como referente en la defensa de los derechos de los trabajadores, derechos que se van a empezar a recuperar también en Andalucía gracias a la reciente aprobación de la reforma laboral en las Cortes Españolas, exigencia llegada desde la Unión Europea como condición indispensable e inaplazable para poder recibir los citados fondos de recuperación procedentes de Europa.
Son muchos los buenos recuerdos que guardo de esa maravillosa tierra. Muchas cosas vividas y lazos de amistad estrechados a través del tiempo que son, sin duda, para mí el mejor fruto de aquel tiempo. Amistad que agradezco en lo más hondo del corazón más si cabe cuando se atraviesa momentos complicados de salud pero que se calman al menos en parte, con gestos de cariño que me envía gente que vive allí. Por eso, sirva este artículo también como muestra de agradecimiento hacia ellos.
Es por eso que he querido poner este título porque por mucho tiempo que pase, estará en mi recuerdo la tierra de Machado, de Lorca, de Alberti, de Blas Infante, de Enrique Morente o su hija Estrella, de Antonia Fernández “la Caramba”, Carmen Sevilla, Estrellita Castro, Concha Piquer, María Zambrano, Carolina de Soto y Corro, y de tantos otros y tantas otras insignes embajadores y embajadoras de ese lugar llamado Andalucía y es que se puede ser andaluz no sólo por haber nacido allí. También por vivir o haber vivido allí.
Gracias, Andalucía. Gracias, mujeres y hombres de esa bendita tierra. Sí, yo también agradezco la labor de las mujeres de Andalucía y dejo constancia aquí de mi disconformidad sobre la no concesión de ningún reconocimiento por parte del Gobierno Andaluz a ninguna de ellas en el acto institucional que se celebrará mañana, pues me parece intolerable e inadmisible y por tanto, totalmente reprochable. Ellas también son una parte muy importante de Andalucía.
He redactado este escrito pues mi corazón latirá siempre a vuestro lado por muchos kilómetros que me separen.