Sobre el paraíso de Doñana

Nos llevan avisando décadas. No es solo un golpe mortal al paraíso de Doñana, lo es para todos nosotros sin excepción. Cuando no haya remedio, vendrán las lamentaciones

Captura de pantalla 2023 04 13 a las 19.52.11

Escritora.

La laguna de Santa Olalla, en Doñana, seca, en una foto reciente del SIC.
La laguna de Santa Olalla, en Doñana, seca, en una foto reciente del SIC.

En una tradición muy antigua, recogida en la Biblia, se cuenta que Yahvé Dios, debido a la desobediencia de sus criaturas humanas, las expulsó para siempre del Paraíso. Esos humanos, ya entonces de pequeñas miras y cegados por la ambición, no se dieron cuenta nunca de que esa Tierra a la que fueron arrojados no era otra cosa que una extensión del paraíso perdido y se dedicaron desde que pusieron el pie fuera del Edén a comportarse como tiranos, como auténticos dioses malcriados, con su territorio.

Quizás en el ADN humano hay un gen que predispone a la destrucción de cualquier paraíso que se le ponga por delante. La posesión de la tierra por parte de unos y otros, con la religión de por medio, ha sido la causa omnipresente de todos los males y de todas las guerras que han azotado a la Humanidad. Tan mal y vilmente se ha portado el hombre con su casa, con Gea, que por culpa de los seres humanos, transmutados en el más letal de los virus, se está produciendo un cambio climático sin precedentes.

Se suceden las sequías, los incendios, los huracanes, las tormentas. Se derriten los glaciares y los desmanes térmicos campan a sus anchas por nuestro maltratado planeta. Los humanos asistimos a todo ello como los espectadores de un reality, en donde lo malo siempre les sucede a los demás y, cuando pasa algo que no te gusta, solo tienes que apagar la televisión o la pantalla. O sea, con una absoluta falta de consciencia y raciocinio.

Incluso, a veces, a algún insensato se les escapa una cínica sonrisa de condescendencia ante la llamada de auxilio de los científicos que por todo el planeta nos avisan del desastre. Esa misma sonrisilla le vi al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, mientras, con la seguridad que da el salirse con la suya, entraba el Parlamento Andaluz para darle el tiro de gracia a Doñana. Este responsable público, que tiene la suerte de que en su territorio se ubique una porción del paraíso, actúa –como han actuado la mayoría de los políticos que han gobernado Andalucía– como si este fuera un enemigo a combatir.

Cuántas barbaridades se han escuchado con respecto a Doñana a lo largo de los años y se han llevado a cabo. Cuánta presión y violencia contra un territorio que lucha –sí lucha, pues no podemos olvidar que es un ecosistema vivo– por equilibrar el daño que los humanos hacemos no solo al entorno del Parque sino a todo el planeta. En este caso ha sido el Partido Popular con la extrema derecha –perdón, la extrema derecha todos a una– quienes se han puesto de acuerdo, como no podía ser de otra manera, para asfixiar a uno de los espacios naturales más importante del mundo. Y la respuesta del presidente de la Junta aludiendo a que otros lo han hecho mal, no justifica que él lo haga peor. 

Pero qué más les da. Si en el fondo, y en la superficie, para ellos Doñana no es más que un sendero lleno de polvo que atravesar a caballo. Lo demás les da igual. Semejante tozudez y ceguera política no tiene parangón. No puedo dejar de pensar en el final de una de esas películas de ciencia ficción que cuando vi de pequeña me parecía tan lejana en el tiempo y que ahora resulta ser tan profética, El planeta de los simios (1968). Me sumo al grito de Geoge Taylor, cuando descubre la verdad de la que llevaban avisando décadas: ¡Por fin lo conseguístéis! ¡Maniáticos! ¡La habéis destruido! ¡Yo os maldigo a todos! 

Nos llevan avisando décadas. No es solo un golpe mortal al paraíso de Doñana, lo es para todos nosotros sin excepción. Cuando no haya remedio, vendrán las lamentaciones.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído