Me vienen los recuerdos de aquel 31 de diciembre de 1984, cuando se despedía ya oficialmente el ultimo recorrido de aquel Tren de la Costa que nos comunicaba con Sanlúcar, Rota, el Puerto y Cádiz. Fui el único alcalde que estuvo ese día fatídico. Llevando solo unos días recién nombrado alcalde de Chipiona con mis 28 años cumplidos. Y aquel último ferrobús se despedía de una forma triste, a pesar de los villancicos, que sonaban de su interior, por algunos usuarios nostálgicos.
Tuve la suerte de ser uno de aquellos pocos usuarios que en ocasiones lo utilizó a pesar de las frecuencias y horarios tan limitados. ¿Quizás esa fue la primera acción para justificar su eliminación?
Hoy casi cuatro décadas después se vuelve a hablar sobre la recuperación de esta importantísima vía de comunicación en la Costa Noroeste, y eso me anima a seguir defendiendo a ultranza su recuperación.
Muchos fueron las gestiones con Renfe y Adif para intentar una nueva puesta en funcionamiento, pero las puertas estuvieron siempre cerradas. ¡No era viable! ¡Era una línea deficitaria! Estos eran los argumentos más sólidos, la decisión estaba tomada, junto con la palabra ¡imposible! Era una decisión firme y difícil de conseguir.
La vía férrea fue desmontándose, las estaciones y los terrenos ocupándose para otros usos y al final Chipiona optó por convertirlas en la Vía Verde con uso medioambiental y cicloturista intentando que el proyecto Entre Ríos sea al menos una actividad de uso sostenible. Pero sigo insistiendo de nuevo que es abiertamente necesario recuperar la comunicación ferroviaria en esta zona tan privilegiada.
Desde Unidos por Chipiona hemos propuesto que una de las soluciones debe partir por comunicar esta costa con Sevilla y Jerez y el resto del mundo a través de Lebrija o aeropuerto a unos 30 kilómetros de distancia por suelos fáciles de gestionar y cercanos a los usuarios.
Pensar que el tren nuevo o el tranvía, cubre por los cascos urbanos de Sanlúcar hacia El Puerto de Santa María, necesita un gran esfuerzo de decisión de todas las fuerzas políticas representadas en sus alcaldes. Así lo evidenciamos en esas reuniones a través de la plataforma creada a tal efecto.
Pero donde hay que insistir con fuerza es en que las administraciones responsables: el Gobierno de España, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial se pongan de acuerdo en decidir su nueva implantación con los municipios afectados.
Desde Chipiona, por supuesto que estamos todos unidos por rescatar que más de un millón de habitantes a una hora de este destino puedan utilizar este medio de transporte tan útil y efectivo como vemos que funciona en otras zonas de nuestro país. ¿Por qué aquí no?
El crecimiento turístico, agrícola, empresarial y económico hace necesario que, políticas aparte, los municipios afectados nos pongamos las pilas de una vez por todas, consigamos que ese transporte se convierta en una realidad.
Hoy Chipiona, y como alcalde de esta bellísima ciudad, apostamos por una puesta en marcha cuanto antes, sería un elemento dinamizador de este bello y próspero rincón de Andalucía: Doñana, Guadalquivir, Bahía de Cádiz, Base Naval, Costa Ballena, Playas, Deportes, Enología, Agricultura, Medioambiente, unión marítima con Huelva, y Cádiz, cruceros desde Puerto de Cádiz y la comunicación con Sevilla y Jerez , son solo una pincelada de argumentos que justifican que se busquen los recursos económicos para rescatarlo, con el apoyo de esos Fondos Europeos que pasan por delante de nosotros sin inversiones reales. ¡Nunca es tarde! ¡Ahora es el momento! Adelante.
¡Todos unidos por el tren de la costa!