Las perspectivas que pusimos no se han materializado como se esperaba y necesitamos.
Como se ve la ciencia, en la que confiábamos tanto, ha ido por delante de la gestión de la administración.
Escasez de vacunas, lentitud en su puesta en marcha,
No hay una planificación en su logística, por lo tanto no se están aplicando los plazos. Ni en los que han tenido la suerte de ponerse la primera dosis, ya que la segunda no les llegará en plazo, como tampoco a los más vulnerables y por supuesto al resto de la población que a este ritmo llegaremos, con suerte, para después del verano.
Hace unos días volvíamos a brindar por un buen año, teníamos la esperanza puesta en este 2021 pero ya del tirón lo hemos comenzado mal. Muy mal.
Con los mismos problemas y algunos más.
Primero y segundo porque las vacunas NO llegan, porque hay retrasos en la distribución, lentitud en poner las dosis necesarias para la población que habría que vacunar todos los día y a todas horas, para salvarnos de la Covid19.
Tercero porque los contagios suben escandalosamente.
Porque un buen número de la población sigue sin cumplir las normas.
Y el empleo que sigue bajando a cifras brutales. Qué pensar. Qué esperar.
Yo despedí el año con un artículo donde miraba con esperanza este año y confiaba en el hombre.
Alguien me dijo que era muy ingenua.
Estoy por creer que tenía razón. Por todo lo que he señalado más arriba en este post y por la irresponsabilidad de tanta gente que vive de fiesta en fiesta, reuniones en espacios masificados, centros que tienen que cerrar la policía por no respetar las normas...
Qué pasa por las cabezas de esta gente.
¿ No saben de sus consecuencias?, ¡joder.! Yo los llamo tarambanas, que es un acertado sinónimo de irresponsable, aunque es un adjetivo muy suave para estos estúpidos que juegan con la vida de tanta gente. Con el futuro de todos. Y los primeros perjudicados...sus familias al volver a casa.
No entiendo al ser humano. De ahí mi ingenuidad que voy perdiendo según pasan los días.
Dicen que en situaciones extremas es cuando se ve, en sus reacciones y comportamientos, la catadura del ser humano.
Desaliento en todo, pues como parece estamos como al principio, en la primera casilla de salida con todo lo que se sabe y se ha vivido.
¿Se acuerdan?. Parece que hace un siglo pero no, ocurrió hace pocos meses.
Hay que salvar la economía.
Hay que salvar la feria. La Semana Santa, El verano.
Ahora hubo que salvar la Navidad.
¿Se habla de salvar la Sanidad? No
¿Han contratado a más médicos? No
¿Han contratado a más personal sanitario? No.
¿Se han reforzado los Centros de atención primaria ?.No.
Nos aseguraron, nos vendieron mejorar la Sanidad Pública . Y si no es ahora, cuando más se necesita, para cuándo entonces.
En fin, estamos a la espera de todo.
De las vacunas, de las dosis, de las nuevas restricciones, de los datos en próximos días. Que se esperan sean malos después de tanta celebración .
Todo pinta mal y largo aún.
Hoy no soy optimista, hay mucho desaliento y hartazgo.
Estamos cansados de estas medidas que van y vienen porque les falta un único criterio y toma de decisiones duras aunque sean mal recibidas por la población y los diferentes sectores de le economía, pero es lo que toca, antes, ahora y después, no guste o no. Hay un diccho que dice; es mejor una colorá que ciento amarilla..
De qué sirve abrir para volver a cerrar. De qué sirve ganar para volver a perder. De qué sirve divertirse un rato si con seguridad va a enfermar o puedes morir.
Sin paños calientes, que somos mayorcitos y tal como vamos, llegamos al verano y a ver quién salva qué y a quiénes.
Con todo espero y deseo lo mejor.
Y llegado a este punto y fechas, les deseo una feliz vacuna.