1. -Los padres somos sus principales educadores. Nuestra función es educarles para la vida. Y lo que nos corresponde a nosotros, no podemos pretender que lo haga la escuela ni ninguna otra institución.
2.- Ellos van a entender que nos hayamos equivocado, haciendo lo que creíamos mejor. Pero no entenderán que no hayamos asumido nuestras responsabilidades.
3.- Los padres también somos sus primeros modelos de referencia. Y esto nos obliga a reeducarnos, porque van a aprender más de lo que hacemos que de lo que decimos.
4.- Educar a los hijos es una carrera de fondo y nadie puede asegurar que siempre va a estar a la altura, ya que los padres perfectos no existen. Pero, si nos preocupamos de informarnos sobre lo que les beneficia o les perjudica, podremos evitar problemas mayores.
5.- Para educarles necesitamos tener autoridad sobre ellos, porque somos sus guías, no sus colegas. Y también ponernos de acuerdo entre nosotros para no desautorizarnos mutuamente
6.- La autoridad no nos viene dada por el hecho de ser sus padres biológicos. Debemos hacer lo necesario para conseguirla y mantenerla. Y ellos la respetarán si se sienten amados y protegidos por nosotros. Es lo que se llama un apego seguro.
7.- En general, todos los padres quieren a sus hijos, aunque no todos les muestran el cariño de la misma forma. Pero lo que sí es universal es que todos los hijos necesitan sentirse queridos y aceptados por ambos padres.
8.- Quererlos de forma incondicional no es sobreprotegerles ni consentirles todo. Si no les enseñamos a ser responsables; si se lo damos todo sin que hagan ningún esfuerzo y no les ponemos los límites necesarios, acabarán convirtiéndose en tiranos, en casa y fuera de ella.
9.- En la familia se tiene que poder hablar de todo y, especialmente, de nuestros sentimientos. Y, si nos preguntan algo que les preocupa, tenemos que responderles siempre, de acuerdo a su edad, para que no busquen la respuesta fuera, poniéndose en riesgo.
10.- Para enseñarles a convivir, debemos tratarnos entre nosotros y tratarlos a ellos con respeto y con igualdad de derechos y obligaciones, independientemente de su sexo.
11.- La función de los padres es tan importante como la de las madres para su evolución personal. Ambos debemos compartir cuidados, educación y tareas domésticas.
12.- Para apoyarles en su formación, es necesario que nos coordinemos con sus tutores, desde el respeto mutuo y con actitud de colaboración.
13.- Si queremos que se aficionen a la lectura, lo más efectivo es que nos vean leyendo. Si queremos que valoren la escuela, tenemos que valorarla nosotros primero.
14.- Dejemos a nuestros hijos elegir su camino. Y no nos empeñemos en que hagan lo que nosotros no pudimos o lo que nos puede dar más prestigio como padres.
15.- Para asegurarles un buen futuro, también tenemos que educarles para ser consumidores responsables con el planeta. Y con criterio propio para elegir lo que consumen.
16.- Si queremos que hagan un buen uso del móvil, es fundamental revisar cómo lo usamos nosotros.
17.- A la hora de decidir si trabajar más horas para darles caprichos, tener en cuenta que el mejor regalo que podemos hacerles es pasar tiempo de relación con ellos.
18.- Para que aprendan a no usar la violencia, debemos evitar que visionen comportamientos violentos. Pero la estrategia más preventiva es que no la ejerzamos nosotros.
19.- Para transmitirles valores positivos, lo más eficaz es que vean cómo los practicamos. Y hablarlo con ellos, cuando no lo consigamos, porque las circunstancias no nos lo permitan.
20.- Cuando nos separamos, dejamos de ser pareja, pero seguimos siendo sus padres. Y nos necesitan unidos y protegiéndoles de nuestras diferencias.
Y si la situación nos supera, pedir ayuda sin complejos. ¡Nos puede pasar a todos!