Solo el alcalde de Coria del Río sabe los detalles de la operación Hasekura que tanta polvareda ha levantado a nivel político en la localidad sevillana, a un mes de las municipales. Con más luz y taquígrafos, con más transparencia, no borrando vídeo-actas de pleno, probablemente se habría ahorrado puyas y sospechas de la oposición sobre la vinculación del proyecto con una persona procesada en el caso Astapa, un caso de corrupción en Estepona, y las dudas que genera lo que, en teoría, debería de ser una iniciativa atractiva para el municipio: un museo de arte contemporáneo japonés que aumenta la relación histórica entre el país del Sol Naciente y la localidad del Bajo Guadalquivir.