El xerecismo no nace ni muere con el Xerez CD ni es patrimonio de este club. El origen del xerecismo hay que buscarlo en el propio origen del fútbol en Jerez, que es buscar en los orígenes del futbol en España. Jerez es una de las ciudades primigenias en el deporte del fútbol en nuestro país debido a la presencia de una importante colonia británica al retortero de la industria del vino.
En 1909, según un número del periódico local Claridad de 1932, Thomas Spencer fundó el Jerez Football Club, que llevaría después a la creación del Jerez FC y después al Xerez FC. Quizá la fundación del Jerez Football Club fuese en 1911, según defiende Ernesto Alba por la noticia aparecida en El Guadalete del 22 de marzo de ese año, recogiendo las intenciones de formarse una sociedad de fútbol en Jerez. No fue el único equipo que existió por aquellos tiempos en Jerez. La gran aceptación que tuvo este nuevo deporte provocó que en 1912 ya existiesen otros 3 clubs de fútbol en Jerez: el Fortuna FC, el España FC y el Jerez Balompié. Sin embargo, fue el Jerez FC el que consiguió más notoriedad.
El origen del Xerez CD no se entiende sin estos antecedentes. Posteriormente, nació el Club Deportivo Jerez como filial del Xerez FC en 1942 y tras la desaparición del Xerez FC en 1946 por deudas se crea en 1947 el Jerez Club Deportivo.
La finalidad de la creación del nuevo club era desvincularse totalmente del Xerez FC y de su filial, el Club Deportivo Jerez, ya que la Federación de fútbol reclamaba las deudas federativas pendientes. Se creó un nuevo club, el Jerez C.D. (luego Xerez CD) para evitar las deudas del anterior equipo y seguir manteniendo la actividad futbolística en Jerez. Vaya, que el origen del Xerez CD no deja de ser similar al origen del actual Xerez DFC, intentar seguir manteniendo un equipo de fútbol esquivando las dolosas deudas de su precedente anterior.
Cuando en 1949 se prohibió al Jerez CD jugar en tercera División, como le correspondía por méritos deportivos, siendo sustituido por el España de Tánger, no solo hubo causas políticas, sino que fue un castigo de la Federación al fútbol jerezano al considerar que se había hecho una operación financiera para esquivar las deudas.
Todavía se conservan varias cartas en el Archivo Municipal escritas por el alcalde Miguel Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, hermano del mismísimo José Antonio, intentando explicar infructuosamente que el nuevo club nada tenía que ver con las deudas del anterior, como justificaba la federación de fútbol y el Gobierno Civil para la no concesión del merecido ascenso al Jerez CD.
En 2013 se crea el Xerez DFC en asamblea democrática por una amplia mayoría de socios del Xerez CD. Su nombre hace alusión a los orígenes y a la tradición del xerecismo en Jerez, a lo que no se renuncia. Se consideró la situación insostenible del Xerez CD tras dos descensos seguidos y la importante deuda del club. Fueron circunstancias muy difíciles donde pasó de todo y se dijo de todo, porque nadie tenía nada claro.
Muchos critican la decisión de la creación del nuevo Xerez, pero olvidan fácilmente hechos tan graves como el affaire de los dueños argentinos, el incumplimiento del acuerdo concursal, la expropiación de un piso al expresidente Carlos Osma o que hubo que hacer encajes de bolillos para que D. Rafael Verdú no perdiera el suyo, la venta de los plasmas de los palcos por D. Ricardo García, que llegaba al Xerez CD sin un euro, el ofrecimiento de este último para liquidar el Xerez CD si le daban 40.000 euros…
En definitiva, gran parte de la afición estaba harta e indignada con lo que estaba sucediendo. -¿No había motivos para crear un nuevo club? ¿Teníamos que seguir dando nuestro dinero a quien fuera para que se lo llevase calentito, como habían hecho sus últimos dirigentes?
Al final, se decidió democráticamente que el Xerez DFC saliese a competir mediante un nuevo modelo de gestión de club, y luego, que continuase hasta hoy. Un club donde hay transparencia y donde el dinero que se da se sabe a dónde va, con asambleas anuales de socios donde se dan todo tipo de explicaciones.
Esta decisión democrática no ha sido entendida por parte de la ciudad y por supuesto por los que decidieron seguir en el Xerez CD. Los aficionados del Xerez DFC hemos percibido una fuerte agresividad verbal en forma de insultos continuos como traidores, ratas, impostores, sucedáneo, etc.
Se creó democráticamente un nuevo club ante la indignación, el hartazgo y el esperpento. Se creó porque se pensó que era lo mejor para la pervivencia del xerecismo y del futbol de Jerez. Somos xerecistas, no efecistas, tanto como los que se han quedado apoyando al Xerez C.D. Se pretendía la creación de un club nuevo, sin deudas, que mantuviera la esencia de la tradición futbolística jerezana. No se inventaba nada nuevo. El propio Jerez CD fue pionero cuando se creó en 1947 para competir sin las deudas del Xerez FC. Lo mismo lo han hecho más recientemente equipos como Almería, Getafe, Málaga, Burgos, Cartagena, Mérida, Badajoz, San Fernando, Ceuta, Linares, Poli Ejido, Lleida, Compostela, Sestao, Ibiza, Manchego, etc.
Si en un futuro hay que reconducir la situación en pro de una unificación del xerecismo, que sería lo mejor para la ciudad, se hará, con la fórmula que sea, pero sin odio y con respeto mutuo.
Creo que se equivoca el historiador del xerecismo, Ernesto Alba, que en un artículo reciente insulta abiertamente a los aficionados del Xerez DFC sin respetar sus decisiones democráticas, en la línea del odio que estos seguidores siguen padeciendo desde su fundación. Llega incluso a alabar la gestión económica de la actual Junta directiva del Xerez CD a pesar de su total falta de transparencia. Alude a una denuncia del XDFC al Xerez CD para que no utilizase Chapín – no cumplía la ley por sus deudas con hacienda y sigue sin cumplirla, aunque yo soy partidario de que jueguen todos los equipos de Jerez en Chapín - pero elude citar una denuncia anterior de D. Ricardo García a la Federación para que prohibiese la inscripción del Xerez DFC con ese nombre. Y en la misma línea, el absurdo intento de “Afición Xerecista” para patentar la palabra “Xerez” como si fuese suya, cuando ya había incluso varias empresas en Jerez que se denominaban así. Todo un desquiciamiento para no aceptar que parte del xerecismo quería seguir otro camino.
La ciudad, y el Xerez CD, deben aceptar de una vez por todas, sin rencor, la división del xerecismo y buscar puntos de convivencia y encuentro. Días pasados, un chico de 11 años fue insultado y zarandeado por un grupo de chavales por llevar una camiseta del Xerez DFC. ¿A dónde está llegando la inquina y el rencor? ¿Qué valores estamos transmitiendo a nuestros hijos para que ocurran estos hechos? ¿Puede realmente el futbol dividir a la sociedad jerezana hasta este punto? ¿Ningún liderazgo político o social va a intentar con valentía reconducir esta problemática, rebajar el odio y el rencor, buscar puntos de encuentro y convivencia con el consenso y el respeto?
Sin respeto y sin consenso no habrá futura unión del xerecismo – muchos no la quieren, aunque la ciudad la necesite- pero tampoco habrá una sana convivencia ciudadana. Muchos han antepuesto los intereses de su club a los intereses de su ciudad. El xerecismo es un sentimiento, no un resentimiento. Por supuesto, con esta situación, se está a años luz de que vuelva el fútbol profesional a Jerez.