Este jueves 14 de enero mi compañera Ana Fernández de Cosa está citada a declarar en los Juzgados por reivindicar la memoria y ejercer la libertad de expresión. La querella impuesta por la familia de José María Pemán, aceptada en torno al artículo 277 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, fue admitida a trámite por el juzgado de instrucción número 2 de Jerez a finales del año pasado. De inmediato, a bombo y platillo, la caverna mediática propagó la noticia con un titular bastante claro: una concejala de Izquierda Unida en Jerez, imputada. Así, sin anestesia.
Esta cortina de humo que encendió el sector más casposo de nuestra ciudad y de nuestra provincia es propagada, sin ningún tipo de reparos, por los medios de comunicación y por algunas figuras públicas que hablan sin conocimiento de causa. En teoría, la querella criminal que la familia de Pemán ha interpuesto contra mi compañera Ana es por vulnerar el honor y la memoria de este mal conocido escritor al llamarlo misógino, fascista y asesino. Y es que, poniendo los puntos sobre las íes, la fama de la que goza José María Pemán entre la sociedad española ni es fruto de la casualidad ni es fruto de la admiración hacia su obra o, mucho menos, hacia su persona. A través de la educación, el régimen franquista protegió y alabó a los suyos y, como no podía ser de otra forma, la figura de Pemán fue ensalzada de forma que en el imaginario colectivo gozara de cierta simpatía. Pero, afortunadamente y pese a las consecuencias que conlleve, la oportunidad que nos brinda esta persecución a la memoria democrática puede ayudar a desmitificar a algunos abanderados del bando nacional como es el caso de este individuo.
Desde la Plataforma de la Memoria Democrática de Jerez, donde se integran a nivel local Ganemos Jerez, Izquierda Unida, PCA, Izquierda Abierta, Ustea, CGT, CNT, CCOO, UJCE, Intersindical Ferroviaria o el colectivo de investigadores de Todos los Nombres, entre otros, se ha trabajado y se sigue trabajando por construir democracia en nuestra ciudad. Entre esos trabajos se encuentra la proposición de la retirada del busto de Pemán que el Partido Popular colocó de forma arbitraria en el Teatro Villamarta en el tan anecdótico 6 de diciembre de 2014, día de la Constitución Española. Una propuesta que fue llevada a pleno el pasado julio y que contó con el apoyo de PSOE, IU y Ganemos Jerez en esa sesión ordinaria. Una sesión en la que este humilde gesto de reivindicación democrática se convirtió en un auténtico paradigma de la que algunos denominan como dos Españas. Rojos y azules, como tantas veces he escuchado decir a aquellos que se lavan las manos ante un tipo de debates que aún se dan muy poco en la segunda nación con más desaparecidos de todo el planeta. ¿Qué se puede esperar de nosotros? Negarse a ello es alejarse de la condena a los artífices del auténtico genocidio que se vivió en nuestro país. Una brecha que no se puede cerrar si continúa el silencio administrativo y social. No es cuestión de rojos y azules, sino de demócratas y no demócratas.
Este año nuevo el Reino de España ha cumplido 30 años de pertenencia a la Unión Europea. Un hecho que nos suelen vender como símbolo del progreso de nuestro país y que, por supuesto, constituye otra de las grandes contradicciones de España en cuanto a sus vecinos europeos. ¿En qué ciudad germana se permitiría la colocación del busto de un escritor filonazi en una de sus dependencias públicas? A este respecto, algunos de los que, como he comentado, defienden a Pemán sin conocimiento de causa, volverán a repetir aquello de que Pemán es monárquico y no franquista o que, como dijo Javier Durá, del Partido Popular, en el pleno de julio, "la cultura no tiene ideología". Un verdadero esperpento al que sólo podemos responder con citas de este individuo:
"La idea de turno o juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea del exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enémigo que haciendo de España un destrozo como jamás en la historia nos lo causó por ninguna nación extranjera" (Jose María Pemán el 24 de julio de 1936 en Radio Jerez, publicado en Arengas y crónicas de guerra, 1938).
"Dios hace las cosas bien y con orden. ¿Para qué iba a construir con excesivo mecanismo intelectual el alma de un ser destinado, por esencia, a las bellas sinrazones del cariño? […] Cuando Dios quiso sancionar el pecado original, impuso a la mujer un doble castigo: el dolor de la maternidad y la sujeción al varón, que la dominaría" (José María Pemán: Doce cualidades de la mujer, 1947).
"Es necesario garantizar a los españoles, que con las armas en la mano y sin regateos de sacrificios y sangre salvan la causa de la civilización, que no se volverá a tolerar, ni menos a proteger y subvencionar a los envenenadores del alma popular, primeros y mayores responsables de todos los crímenes y destrucciones que sobrecogen al mundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares honrados de España" (José María Pemán: Circular de la Comisión de Cultura y Enseñanza para los vocales de las comisiones depurativas, 7 de diciembre de 1936)
Que venga Dios y lo vea, nunca mejor dicho. ¿Qué honores debe ostentar este personaje del régimen? La falta de conocimiento sobre nuestro pasado reciente deriva del miedo y silencio de la sociedad española, aletargada durante décadas por la represión. Es nuestra labor hacer conocer, en pos de la reparación y construcción de una España democrática, que José María Pemán es autor intelectual de miles de asesinatos y depuraciones del régimen franquista. La persecución y adoctrinamiento que sufrieron todos los españoles y españolas tiene también el sello de José María Pemán y es por eso que la condena a este ideólogo del nacionalcatolicismo debe ser firme y unánime por parte de todos los demócratas. El próximo jueves a las 10 tenemos una cita con la memoria democrática en los juzgados de Jerez. Yo también soy Ana Fernández.