Casi 700 kilómetros separan a El Puerto de Calpe. ¿Qué lazos unen a un municipio remoto de la Comunidad Valenciana con esta ciudad de la provincia de Cádiz?. Guardan vínculos estrechos, tanto que hasta la localidad alicantina le ha dedicado una exposición.
En las vitrinas del museo de coleccionismo, enclavado en el histórico Torreó de la Peça, en pleno casco antiguo, reposan carteles, postales y fotografías antiguas que reflejan momentos propios de la idiosincrasia portuense, desde la Feria de Primavera y su vino fino hasta la etapa gloriosa de las corridas de toros en una de las plazas con más solera de España.
Recuerdos de El Puerto de Santa María, así se denomina esta muestra que permanecerá abierta al público con entrada libre hasta el 31 de octubre en este monumento datado de finales del siglo XIV.
Juanto a muñecas, vajillas y cámaras de fotos que el museo guarda en sus salas, se divisan hojas publicitarias de toreros o carnavales y las obras de pintores que cada año relucen como cartel de la feria. Un catavino o una imagen de la ciudad en blanco y negro.
Calpe y El Puerto están unidas por el mar. Sueños marineros que salieron a flote a principios del siglo XX cuando muchos calpinos emigraron a El Puerto en busca de un futuro mejor en el sector pesquero, que pronto vería su época dorada desde el muelle.
Trasiego de barcos, pescado y amistades. A los portuenses les suenan los apellidos Ferrer, Martí, Avarguez o Mengual y, algunos de ellos, lo llevan en su DNI. Provienen de estos valencianos que sacaron sus familias adelante en El Puerto, según el inventario que elaboró el investigador alicantino José Luis Luri.
La exposición está organizada por la Concejalía de Hermanamientos del Ayuntamiento de Calpe y recoge artículos relacionados con la ciudad cedidos por Juan Roselló y Ani Magrañal, dos calpinos que, en su memoria, guardan vivencias frente al Guadalete.