Mirar al cielo desde una playa, alejada de la contaminación lumínica es una gozada. Los misterios de la noche salen a la luz en determinadas fechas que están marcadas en el calendario astronómico. Las personas que disfrutan con la observación nocturna podrán desplazarse este verano a lugares más aislados para contemplar las lluvias de meteroros o estrellas previstas para el período estival.
Entre ellas destacan las Afa-Capricórnidas, que están activas desde el 3 de julio hasta el 15 de agosto con un máximo centrado el 30 de julio. Su nombre se debe a su proximidad con la estrella alfa de la constelación de Capricornio y se originan en el rastro que deja el cometa 196P/NEAT. La fecha ideal para verlas es 30, aunque no es muy activa al ser cuatro meteoros por hora, brillará con fuerza, según el Instituto Geográfico Nacional.
Este mismo día también será buen momento para buscar a las Delta-Acuáridas siendo este su fecha de máximo esplendor. Estas aparecen entre 12 de julio y el 23 de agosto y se se observan mejor en el hemisferio sur porque su radiante está más alto, aunque también son visibles en el hemisferio norte con una tasa de actividad algo más baja. Estos meteoros provienen del cometa 96P Machholz, un cometa de corto periodo que orbita alrededor del Sol cada 5 años aproximadamente.
Las Piscis-Austrínidas iluminarán el cielo la noche del 28 al 29 de julio, aunque su periodo de actividad se extiene entre el 15 de julio y el 10 de agosto. Esta lluvia cercana a la constelación del Pez Austral está formada por unos cinco meteoros por hora y tiene buena visibilidad.
Otra cita imprescindible en el calendario astronómico son las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo que empiezan a verse desde el 17 de julio hasta el 24 de agosto, aunque las noches más idóneas para observarlas son las del 11, 12 y 13 de agosto.
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