Los repartidores de comida a domicilio tienen que vivir situaciones asombrosas día a día. Entre las habituales malas condiciones laborales por las que son contratados y que en su jornada laboral tiene que visitar decenas de casas de desconocidos, casi son considerados un trabajo de riesgo. Sin embargo, ojalá todo fuese ver a dos o tres clientes en pijama, ya que hay algunos que aún viven en el siglo XVIII.
El repartidos y sindicalista Fer GP, ha denunciado un caso que ha llegado hasta él. A través de un tweet muestra el pedido a domicilio de un Burger King y el detallado mensaje que pone en observaciones. “Después de traer la comida, bajar la bolsa de basura que hay en la puerta”, se puede leer, No queda ahí y sigue pidiendo aún más cosas. “No subir por el ascensor, que solo es para el uso de vecinos”, finalizaba.
“Seguimos juntando gentuza para Bingo!,Entre el clasismo tradicional, que nos considera inferiores, y el clasismo posmo, que nos considera inferiores también... pues se pueden ir todos un poquito a la mierda”, escribía en redes el repartidor.
El ticket se ha hecho viral y las redes han estallado contra la persona que ha realizado el pedido, recordándole que en España ya existen los derechos laborales.