Giacomo Chiapparini ha fallecido este domingo por la noche tras ser aplastado por 25.000 kilos de queso grana padano en su finca de Bérgamo, una localidad de la Lombardía italiana cercana a Milan.
El empresario ha sido encontrado horas después de su muerte, y la Policía italiana maneja como principal hipótesis que hubo un fallo en el sistema de movimiento interno de la empresa que permite girar las ruedas de queso. El dueño de la compañía era muy conocido en la zona, estaba casado, tenía dos hijos y nietos.
El trágico suceso ha conmocionado a los habitantes de Bérgamo, donde fue hallado su cuerpo. Al parecer, el accidente ocurrió sobre las nueve de la noche del pasado domingo, cuando una estantería se desmpló por causas desconocidas.
El hundimiento provocó un "efecto dominó" según la investigación que lleva a cabo la Policía italiana. En total, la fábrica cuenta con diez pasillos y 2.000 quesos en cada uno de ellos, con la especialidad del Grana padano como protagonista.
Los medios locales apuntan a que el empresario había ido solo para reprogramar el robot con objeto de girar automáticamente los quesos, pero un fuerte ruido sacudió la compañía. Hasta veinte bomberos han tenido que acudir por el servicio de emergencias a rescatar al empresario.
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