Delito de violencia doméstica. Es la ratificación de un tribunal de Lisboa, que ha condenado a la influencer portuguesa Joana Mascarhena a dos años de cárcel y a 10.000 euros de multa, así como a un plan de reinserción social, según recoge El País.
La joven de 36 años, que no ingresará en la cárcel por no tener antecedentes penales, sumergía a su hija de cuatro años en agua fría para frenar sus rabietas de madrugada.
"Estábamos en la piscina, se sentó en el suelo a llorar y decir que no podía caminar, lloró y lloró, gritó y yo pensé que tenía dos opciones: dejarla que se hartase de llorar y que descubriese que no conseguía nada o, si yo me cansaba de escucharla, meterla en la piscina, ella odia el agua fría. Estaba todavía con el uniforme escolar y lloró otros quince minutos. Yo no le dije nada ni la amenacé, la cogí y la sumergí en la piscina hasta aquí (señala al cuello) Aquello la desconcentró, el cerebro fue para otro asunto: ahora estaba con frío. Al cambiar el foco de la rabieta, que ella intentaba ganar, comprendió que tal vez perdería siempre. Ella ya no tiene berrinches en la piscina desde hace más de tres semanas. Sabe que si hay rabieta, va al agua", dice.
En otro vídeo cuenta que su hija tenía la táctica de despertar por la noche llorando a gritos, con objeto de que estuviésemos con ella "día sí día no" por miedo a la oscuridad o porque se sentía sola. Tras ver que su método se cumplía, repitió las madrugadas que le impedía dormir el método, sumergiendo a la niña en agua fría para luego secarla, acostarla y dormirla. "Se relajó, se dio cuenta de que no puede tener rabietas porque pierde".
La sentencia dice que la madre atenta contra la "integridad física y emocional" de la niña. "Puede provocar un impacto en su desarrollo emocional al causarle frío, choque térmico, incomodidad angustia. Molesta física y psíquicsamente a su hija con un trato indigno", dice el fallo de la jueza.
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