Equivocarse es de humanos. Pero, unas veces el error puede salir más caro que otras. Los médicos de Urgencias de Reino Unido no atinaron cuando mandaron a Lisa, de 46 años, a su casa. "Vete a ver Netflix, descansa y relájate", le recomendaron cuando acudió con un fuerte dolor de cabeza.
La inglesa, controladora de tráfico aéreo, no se quedó conforme con la respuesta y decidió pagar a un escáner privado donde comprobó que la causa de sus dolores era un tumor cerebral agresivo llamado glioblastoma multiforme.
La mujer, que lleva un año con mareos, fue trasladada de inmediato a urgencias en el Royal Hampshire County Hospital, Winchester. "Después de eso, no podía mirar a mis dos hijos sin llorar, imaginándolos creciendo sin que yo estuviera cerca", expresó. En menos de 15 días después, los cirujanos extirparon el tumor.
Después, estuvo ocho semanas sometiéndose a radioterapia y quimioterapia y, posteriormente, a exploraciones casa tres meses para controlarlo. La lucha de Lisa se ha extendido cinco años pero, actualmente, solo tiene escaneos dos veces al año. Afortunadamente, no se quedó parada cuando fue por primera vez al hospital y, gracias a eso, ahora vive con su familia.