Tensión en un vuelo con destino Málaga, que procedía de Rabat, en Marruecos. El avión, de la compañía Ryanair, no pudo aterrizar con normalidad al desatarse un incidente a bordo este domingo.
Una pasajera manifestó que quería ir al baño justo cuando había comenzado la maniobra de aterrizaje, momento en el que está prohibido hacerlo. Ante la negativa de una de las azafatas, la mujer comenzó a propinarle puñetazos mientras que otros viajeros ayudaban a la trabajadora.
Lograron inmovilizarla en su asiento para que no continuara con la agresiva escena que causó revuelo en el avión.
Según recoge La Razón, fue la tripulación de la aeronave la que solicitó la interrupción de la aproximación. Los controladores pidieron en redes sociales a los tripulantes que el avión se dirigiera hacia el este mientras se coordinaba con el aeropuerto malagueño la llegada de las autoridades.
Diez minutos después, la situación se controló y el avión pudo aterrizar sin incidencias. Una vez en tierra, la pasajera fue denunciada por la Guardia Civil.