¿Quién fue Elías Ahuja?: el filántropo gaditano que hizo fortuna al otro lado del charco

El archivo histórico provincial de Cádiz ha sacado a la luz el expediente y el certificado de bautismo del empresario que da nombre al Colegio Mayor de Madrid envuelto en polémica en los últimos días

El filántropo gaditano Elías Ahuja

Durante los últimos días el Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid ha estado en boca de todos debido a las lamentables proclamas que sus alumnos internos lanzaron a las integrantes del colegio femenino Santa Mónica escudándose en que era una "tradición" en el centro.

Difícilmente alguien no habrá escuchado ya las expresiones que han generado vergüenza y rechazo hasta en sectores de la derecha y la ultraderecha (que no suelen mojarse habitualmente en estos temas), pero es muy posible que no se conozca al personaje que da nombre a este recinto.

Elías Ahuja y Andría nació en Cádiz en 1863, explican desde el Archivo histórico provincial que ha sacado a la luz su expediente académico y su certificado de bautismo. Pasó su infancia a caballo entre la capital y El Puerto de Santa María -donde fue nombrado hijo adoptivo- hasta que, una vez completada su formación elemental, fue enviado a Boston por su padre para estudiar la carrera de comercio.

Al otro lado del charco, Ahuja completó su formación y se hizo con una auténtica fortuna trabajando en importantes empresas estadounidenses como General Motors o Union Pacific. También estuvo varios años en Chile antes de volver a España en 1922.

A su regreso a la península, invirtió gran parte de su fortuna en diferentes obras benéficas a través de su Beneficencia Elías Ahuja. Así, ayudó en la construcción de hospitales, pabellones deportivos, casas consistoriales, comedores sociales o albergues, entre otras. El edificio en el que se ubica el Colegio Mayor pertenecía a esta fundación, quien dejó su gestión en manos de la Orden de San Agustín, que aún hoy lo dirige.

Debido a la Guerra Civil, Elías Ahuja tuvo que exiliarse y volvió a Nueva York, donde falleció en 1951, dejando un importante legado filantrópico en España y, especialmente, en la provincia de Cádiz.