Mucha fuerza mental y una voluntad admirable son las cualidades de Beatriz Flamini, una deportista de élite, alpinista y escaladora que va obtener un nuevo récord mundial por haber vivido durante 500 días dentro de una cueva. Es el reto que se planteó esta aventurera que se ha llevado más de 16 meses en una constante oscuridad, en silencio y sin contactos con el exterior.
Sola, con la única compañía de dos cámaras GoPro y sin saber horas ni días, Beatriz saldrá de la cavidad ubicada en Granada, a 70 metros de profundidad. Sin duda una aventura que ha sido grabada por la productora Dokumalia, con la que ella misma se puso en contacto. Según ha explicado Elena Mera, portavoz del denominado proyecto Timecave a EFE, "se trataba de un desafío personal de superación como otros muchos que había hecho anteriormente. En este caso, se prestaba además a todos los estudios que otros quisiesen hacer con ella, con lo que muchos científicos se apuntaron. Nos propuso también registrar todo el proceso en una serie documental".
Estar tanto tiempo encerrada en una cueva no ha sido fácil, pero este atravimiento ha dado sus frutos, sobre todo para el mundo científico. Muchos psicólogos, entrenadores e investigadores han estado pendientes de esta experiencia. Julio Santiago, del Departamento de Psicología Experimental y Fisiología del Comportamiento de la Universidad de Granada, ha estudiado cómo afecta el aislamiento social y la desorientación temporal extrema a la percepción del tiempo. Mientras que grupos de investigación en neuropsicología clínica y experimental de la Universidad de Almería ha analizado los posibles cambios neuropsicológicos y cognitivos que conlleva el desafío.
Beatriz ha podido llevar a cabo este reto gracias al Grupo de Actividades Espeleológicas de Motril (GAEM) que se encargó de preparar la cueva para que fuese habitable y, además, elaboró un plan de emergencias.
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