Está previsto que esta misma semana Madrid cuente con un nuevo bar. Podría ser uno cualquiera, pero no lo es porque uno de sus dueños no es otro que Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y uno de los fundadores de Podemos. Iglesias se ha aliado con un poeta y un cantautor para su nueva aventura hostelera.
El bar, de estética marxista y situado en el barrio madrileño de Lavapiés, no parece que vaya a tener un inicio fácil. A tan solo unas horas de su inauguración en el centro de la capital, el local ha aparecido vandalizado con unas pintadas en la fachada de lo que a partir de ahora es la Taberna Garibaldi.
La autoría no está clara, aunque en las frases escritas en la pared los autores se definen como anarquistas. La protesta se debe al nombre de uno de los cócteles de la curiosa carta que tendrá el local. Esta carta está inspirada en los líderes históricos de la izquierda, por lo que es fácil encontrar referencias a grandes pensadores con el uso de sus apellidos para las bebidas y comidas.
En concreto, junto a la puerta del local se podía leer a primera hora de la mañana (con alguna falta de ortografía) "exbicepresidente: exigimos la retirada inmediata del cóctel Durruti o el proletariado anarquista pasará a la acción. Los amigos de Durruti".
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