Al igual que sucedió con el fenómeno ovni, se ha ocultado y desprestigiado tras cortinas de humo mal intencionadas. De los portales interdimensionales, se ha dicho, desde los múltiples campanarios, que son simplemente parte de la ficción o, a lo mucho, de hipótesis científicas aún sin demostrar.
Hasta ahora, los llamados portales interdimensionales han sido considerados un elemento de la fantasía luciferina de algún calenturiento yutúber que riega fuera del tiesto. Sencillamente son “otras dimensiones” o “mundos paralelos” a los que esos portales llevan.
Un portal es una entrada, una puerta de acceso a otro lugar. Es ese lugar donde la energía, la materia, las personas y otros seres pueden transferirse de un lado a otro. Estos son puntos con una alta actividad energética, y está presente en el mundo físico.
En Jerez de la Frontera se han detectado varios portales por donde entran y salen los llamados “hombres grises” (bajitos y cabezones). Los mismos que manipulan y se alimentan de humanos (de sus emociones).
Son muchas las personas en Jerez que sufren en su día a día la presencia de estos seres, sin ni siquiera ser conscientes de que están viviendo en el epicentro de uno de estos portales. No confundir a los “grises” con la fenomenología paranormal (fantasmas) que se dan en casas, calles, plazas, impregnadas por hechos violentos o carcasas de entidades desencarnadas que se han quedado enganchadas en nuestro plano físico.