El arsénico es un veneno clásico de la novela negra y también está en nuestro entorno y llega a nuestro organismo por la ingesta de agua y alimentos, sobre todo el arroz. Desde la OCU han analizado 136 muestras de diferentes variedades de arroz y productos derivados.
El arsénico es un metal pesado que se origina como consecuencia de procesos naturales, desde erupciones volcánicas a incendios forestales o erosión de rocas y minerales, o como resultado de la actividad humana: emisiones industriales, la producción de energía a partir de combustibles fósiles, uso como conservante, herbicida o insecticida.
El IARC, Centro Internacional de Investigaciones sobre Cáncer, clasifica el arsénico inorgánico como carcinógeno para el ser humano (Grupo 1). La EFSA publicó en 2021 un informe de exposición dietética crónica al arsénico inorgánico en el que concretaba cuáles son los alimentos que más contribuyen a la exposición al arsénico por nuestra dieta: el arroz y los productos a base de arroz, los granos y productos a base de cereales, y el agua del grifo.
Desde la OCU comprado 136 alimentos en supermercados y herbolarios, tanto en tiendas físicas como plataformas online y han sacado estas conclusione:
Los productos con mayor presencia de arsénico son el arroz integral y las tortitas.
En las bebidas de arroz y en los tarritos infantiles no se ha detectado la presencia del contaminante.
Se ha encontrado arsénico en algunas papillas de cereales en cantidades que podrían superar el valor de referencia para un bebé.
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