En los últimos cinco meses, Antonio García Archidona y su hijo, Antonio García Chica, han comido más veces juntos que durante toda su vida. Desde diciembre, la mítica venta Antonio es historia y padre e hijo tratan de recuperar todo el tiempo perdido. Este jueves vuelven a hacerlo, y han citado a quienes suscriben esta crónica a un almuerzo muy especial en el Restaurante Antonio, el negocio al frente del cuál se encuentra la segunda generación de la familia.
Al llegar, nos encontramos con la grata sorpresa de que el resto de comensales son Paco Lechuga y Manolo Lugo. Los dos, junto a Antonio García Archidona, acumulan la friolera de siglo y medio siendo referentes de la hostelería local… y lo que les queda.
Un plato de langostinos. FOTO: CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO.
La reunión, que además de para dar un repaso a los productos y la cocina de Antonio pretende ser un homenaje al patriarca, se convierte a la postre en una lección magistral de restauración. Aun así, falta la piedra angular del éxito de la venta Antonio durante sus 35 años, como antes lo fue también de la ya desaparecida venta Los Naranjos. Rosario Chica, la mujer de Antonio, no está presente, pero Manolo Lugo, con gran acierto, saca su nombre a colación.
Durante sus 35 años, la venta Antonio ha servido como escuela para un buen ramillete de profesionales. Algunos han triunfado luego con sus propios negocios y otros no. Como dice Paco Lechuga, “el éxito radica en reunir algo de todas las cualidades necesarias. Si están todas, sales adelante. Si no, es más complicado”.
En Antonio el amor al producto de la zona lo traen desde la venta. El jamón y el lomo ibérico, las gambas y langostinos siguen siendo marca de la casa. De sus años de experiencia, Antonio hijo ha sabido conservar la esencia y adaptarse con gran acierto a los nuevos tiempos. Unas habitas con puntillitas y jamón y los rollitos de aguacate rellenos de salsa tártara, gambas y mermelada de tomate son un buen botón de muestra.
Tapaculos y un chuletón de vaca vieja. FOTO: CLAUDIA GONZÁLEZ ROMERO.
Además, al centro vienen unos tapaculos que enloquecerían al bueno de Fernando de la Morena y un chuletón de vaca vieja cuya carne es tierna hasta poder prescindir del cuchillo. Es del mismo proveedor que abastece en Jerez a Hermanos Carrasco, La Carboná y a Paco Lechuga. Un almuerzo a la altura de una reunión que se resume perfectamente en el magnífico video de Claudia González Romero.
Pincha aquí, para ver el vídeo largo de la reunión gastronómica en el Bar Restaurante Antonio.
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