Al estilo de un tabanco jerezano donde degustar copas de vinos y unas tapas andaluzas, el tabanco La duquesa aterrizó en el centro de Sevilla a finales de abril. Desde entonces, la calle Doña María Coronel tiene un rincón que desprende la pureza de estos despachos de vinos tan míticos en Jerez. Una versión renovada de las tabernas con solera lleva varios meses ofreciendo un ambiente inspirado en las tradiciones.
Enrique Meléndez y su equipo colocaron estampas viejas de la ciudad y unos cuantos barrilles que simulan a los que se encuentran en las bodegas. En el local, añadieron mesas altas y bajas combinadas en un salón comedor y apostaron por las tapas, entrantes, papelones de chacinas, montaditos, medias raciones y raciones.
En la carta, además de los vinos andaluces como el moscatel de Granada o un albariño de Almería, no faltan los chicharrones de Cádiz, las tablas de quesos, la ensaladilla de gambas o el tortillón de patatas con hierbabuena. El pescaíto frito, el solomillo al whisky o las croquetas de la abuela Chari, hechas de pringá del puchero son sus especialidades, a las que se unen los arroces.