Abierto desde la década de los 50 del siglo pasado, el famoso Bar León de la calle Carraca de San Fernando, uno de los templos de las tortillitas de camarones de la provincia de Cádiz, está cerrado. No busquen en facebook, en google... el mítico establecimiento cuyas riendas cogieron a finales de los 80 Antonio Gil y María Aguilar clausuró su barra hace unos dos meses, según informan en La Isla.
El popular establecimiento, capaz de sorprender con sus bocados de pescaíto frito o con los populares ostiones, se ha quedado sin toldos ni pizarras en su fachada, y ahora solo hay que esperar, como así prometen, que los hijos del matrimonio, Antonio, Mari Carmen y Gema, que regentaba el local retomen el negocio y este vuelva a abrir sus puertas en un nuevo emplazamiento.
Como curiosidad, es de los pocos sitios de la provincia que servía la anguilla o anguila, una especie de serpiente de mar que se come frita en rodajas.