La Academia China de Ciencias descubre uno de los primeros ejemplos de uso de cosméticos en el país. La institución ha estado entre 2017 y 2018 examinando la tumba de un aristócrata en el yacimiento arqueológico de Liujiawa, al norte del país, donde han encontrado una pequeña jarra sellada de bronce decorada y rellena de grumos amarillentos con 2.700 años de antigüedad.
Tras realizar un análisis de isótopos publicado por la revista científica Archaeometry, han confirmado que se trata de restos de crema facial elaborada con grasa de rumiantes y leche de luna, hecha con estalactitas blancas de las cuevas de piedra caliza. Estos minerales en polvo absorben el sudor y la grasa de la piel y sirven para hidratar y blanquear el rostro, como explica la revista Nature.
La cosmética en China tiene sus orígenes, aunque no exactos, en la Primavera y Otoño (770-476 a. C.). Este hallazgo constata la producción de cosméticos en China desde una época muy temprana, de hecho, la aparición de tarros similares en tumbas de la realeza sugiere la industria de cosméticos que se desarrollaba al servicio de la élite.