Si eres de los que miran el móvil cuando paras a repostar en la gasolinera, te podría salir caro. La DGT multa con hasta 100 euros a aquellas personas que cojan el smartphone mientras echas gasolina. Es importante que tengamos en cuenta estos condicionantes, el primero, que la prohibición no se aplica a todo el espacio de la gasolinera, sino únicamente a la maniobra de repostaje. El segundo condicionante, que el uso del teléfono móvil se refiere, de nuevo, al repostaje.
“Para cargar combustible en el depósito de un vehículo, éste debe hallarse con el motor parado”, dice el artículo 115 y añade: “Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles”.
Siempre se ha dicho que al llegar a una gasolinera hay que apagar todos los teléfonos móviles por riesgo de explosión. Pero los expertos señalan que el riesgo de que esto ocurra es mínimo, así que se trata de una leyenda urbana.
Es muy improbable que la radiación electromagnética que genera un móvil pueda provocar una deflagración en la gasolinera. La única forma de que esto suceda es que haya algún defecto de fabricación en la batería del dispositivo que genere una chispa.
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